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La Batuka, una mezcla de disciplinas tan dispares como el aeróbic, el baile, la expresión corporal, la gimnasia o el yoga, ha concitado el interés de 60 alumnos que acuden los martes y jueves a los locales del Punto de Encuentro Juvenil para seguir las indicaciones de la joven monitora Alejandra Cinalli. La matricula estaba limitada a 40 alumnos, pero ante la alta demanda se amplio hasta los 60, de los cuales tan sólo hay dos varones. Una mínima participación masculina que puede deberse a prejuicios ancestrales de confundir el baile con lo femenino, o considerar el aeróbic como deporte de chicas, el caso es que tan sólo dos chicos se apuntaron a unas clases que tienen todos los alicientes para pasar un rato agradable haciendo multitud de actividades. Durante las clases, de una hora de duración, la primera media hora la dedican a ejercicios de aeróbic y la otra media hora alternan bailes, dramatización, expresión corporal y un poco de yoga. La clase “es un juego permanente”, divertido, donde entre otras cosas crean sus propias coreografías de bailes. Además el ambiente en las clases es excelente, y a pesar de la gran cantidad de niñas pequeñas el comportamiento es ejemplar, algo que alaba la monitora Alejandra que ha dividido el curso en dos grupos, los mayores de 11 a 15 años y los pequeños, de 5 a 10, con actividades diferentes. Terminado los Cursets el 28 de agosto, la Batuka seguirá impartiéndose a jóvenes adolescentes en el PEJ, ya que como recordó la propia Alejandra Cinalli han sido dos jóvenes, Tania y Vero, las propulsoras de esta modalidad deportiva en Altea que se imparte en los locales municipales de la juventud. 

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