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El viticultor Joan Cascant y el ciclo de agroecología del IES Bellaguarda colaboradores del proyecto.  

En el día de ayer veía la luz un proyecto en el que la concejalía de Medio Ambiente lleva trabajando año y medio. Así lo explicaba el edil de área, Jose Orozco, quien no quiso perderse las labores de plantación de 600 cepas en una parcela adyacente al Molí dels Moros. Un proyecto piloto de recuperación de microviñas que cuenta con la dirección del reconocido viticultor Joan Cascant y la colaboración del ciclo formativo de agroecología del IES alteano Bellaguarda.

Como explicaba Orozco, “el objetivo de esta plantación de vid no es otro que el de contribuir y ampliar la recuperación patrimonial del Molí dels Moros a través de su vinculación con la agricultura y la viticultura”.

Éste es un proyecto piloto de Microvinya donde se ha plantado la variedad “Malvasía” pero también propone la recuperación de la antigua variedad llamada “Faranná” habitual en nuestro territorio en el pasado.

En palabras de Jose Orozco, “la actuación, refiriéndose a la plantación de vid, va más allá de un proyecto puramente ecológico; congrega varios actores clave en el mismo, como es el conocimiento de Joan Cascant, el trabajo y disponibilidad de profesores y alunmos del ciclo formativo de agroecología del IES Bellaguarda y la voluntad del consistorio de recuperar la tradición, patrimonio y cultura local, en este caso agrícola”.

Por su parte, Joan Cascant, reconocido viticultor, explicaba el origen del proyecto a través de su experiencia Microviña, que no sólo  trata de plantar viña, sino de recuperar valor en el territorio. “En Altea hay esta voluntad y pensamos que recuperar una plantación tan antigua como ésta, junto al Molí dels Moros, era interesante.”

“La recuperación ha de ir más allá de cuestiones económicas, no sólo se han de buscar variedades estándar, sino variedades que se adapten al terreno y que tengan cosas que contar. Esta es una plantación no sólo agrícola, sino también medioambiental, de sostenibilidad, de cultura, de valor de la persona, de cambio de paradigma. No se hace vino para venderlo en cualquier sitio, sino que se hace vino para aportar valor”;  apuntaba Cascant.

Juan Cascant ha subrayado la importancia que la vinculación del IES Bellaguarda ha tenido con la iniciativa, ya que son los propios alumnos del ciclo de agroecología los que han plantado las cepas. “Es una oportunidad para Altea muy bonita y capaz de reproducirse en otras parcelas intentando que este mundo en el que vivimos sea un poco mejor”.

En nombre del IES Bellaguarda, Álvaro Miñana, profesor y cabeza de departamento de la “familia agrícola del Bellaguarda”, como el mismo denomina, contaba el citado ciclo contempla dos años de estudios. En el presente curso cuentan con 8 alumnos de 1º y en 2º son 6 alumnos, los cuales se encuentran en estos momentos haciendo las prácticas de empresa.

El IES Bellaguarda cuenta con un módulo de implantación de cultivos ecológicos por eso “es maravilloso que hayamos podido participar de la práctica de implantar in situ un cultivo tradicional como es la vid y el alumnado está muy contento de poder hacer prácticas y de poder colaborar en este proyecto”. Concluía Miñana, quien recordaba a los interesados en cursar estudios de agroecología que en estos momentos está abierto el periodo de información y matriculación para el próximo curso.

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