La inauguración de la presente muestra despierta el interés de decenas de personas.
En la tarde de ayer martes tenía lugar la inauguración de la exposición al aire libre “El regreso de las gárgolas” en su tercera edición. A la misma acudía numeroso público, entre el que se encontraba la edil de Cultura, Pepa Victoria Pérez y varios ediles que no quisieron perderse esta cita cultural del verano que, con tan solo 3 años de vida, está consolidada.
Se trata de una iniciativa coordinada por el artista local Enrique Lecuona, quien indicaba que en esta tercera edición son 23 las gárgolas que se pueden admirar en las calles del Casco Antiguo de Altea. Lecuona rompía una lanza a favor de la creatividad, “que es lo que es este proyecto. Un montón de artistas creando algo sin el mayor interés que el hecho de aceptar el reto de crear algo bello y compartirlo para que la gente lo vea”. “Agradezco a todos los artistas su trabajo y esfuerzo y al Ayuntamiento que es sensible a este proyecto y nos acompaña”. Concluía Enrique Lecuona, escultor y ceramista afincado en Altea.
Además, la ruta por las diferentes gárgolas estuvo acompañada por algunos de los creadores y creadoras de las mismas, quienes se mostraron emocionados por poder exhibir sus creaciones e inquietos por gustar al público. Entre las creadoras, la alteana Julia Martin-Albo, cuya gárgola ha sido instalada en la fachada de la Casa de Cultura y que comentaba: “mi contacto con el barro ha sido a través de Enrique. No sabía que me podía gustar tanto. Lo que me pasa es que la cabeza solo piensa en hacer cosas y creo que Altea simboliza mucho con el dragón y la llave de las puertas de todo lo bonito que hay en Altea y he disfrutado mucho haciendo la gárgola, aunque también me ha quitado el sueño”.
Julia es una de los 23 creadores que participan en esta presente edición de “El Regreso de las Gárgolas”, que permanecerá expuesta en las calles del Casco Antiguo de Altea hasta el mes de diciembre. Una singular iniciativa artística que se suma a las numerosas que durante la época estival llenan las calles de Altea de artesanía, música, teatro, entre otros artes y son un buen pretexto para no dejar de visitar Altea.
