- La pieza destaca especialmente por ser una de las pocas que contiene la representación de un guerrero equipado con su propia panoplia bélica
La estela funeraria ibérica de Altea la Vella, encontrada en 1972, es la protagonista de la nueva exposición temporal del Museo Arqueológico de Alicante, MARQ, una pieza de gran valor simbólico, cultural y patrimonial que destaca especialmente por ser una de las pocas que contiene la representación de un guerrero equipado con una panoplia militar propia del siglo V a.C.
El alcalde de Altea, Jaume Llinares y el diputado de Cultura y Educación, César Augusto Asencio, han presentado esta mañana todos los detalles de la nueva muestra que, bajo el título «La inmortalidad del guerrero. La estela funeraria ibérica de Altea la Vella», permanecerá en el vestíbulo del MARQ durante los próximos meses. El acto ha contado también con la participación del director-técnico y el director-gerente del centro alicantino, Manuel Olcina y Josep Albert Cortés, respectivamente; así como del comisario de la muestra, el alteano Jaume Martínez, autor también de los textos sobre el estudio de la pieza junto con Feliciana Sala, profesora de la Universidad de Alicante y natural de Altea. Asimismo, asistieron al acto de inauguración el concejal de Cultura, Diego Zaragozí; el edil de Hacienda, Pere Lloret; el descubridor de la pieza, Juan Rodríguez; así como numerosos vecinos de Altea, entre otros.
Jaume Llinares ha agradecido el esfuerzo y dedicación de todas aquellas personas que han trabajado para poner en marcha esta muestra y ha señalado que, «gracias a esta exposición, los visitantes del MARQ podrán conocer parte de la historia y del rico patrimonio cultural que existe en nuestra localidad». Además, el primer edil ha insistido en la importancia de la recuperación y conservación del patrimonio local. Llinares ha destacado el valor histórico de la estela, »que es una pieza única y singular, y uno de los hallazgos arqueológicos más importantes realizados en Altea, y que mediante esta exposición le damos el valor que realmente tiene». Además, manifestó su deseo de que en un futuro se pueda seguir excavando en el lugar donde se descubrió para profundizar y ampliar en el estudio de la zona.
Por su parte, el diputado ha destacado la importancia de esta pieza «que ha sido objeto de numerosos estudios y que debido a su valor histórico hemos considerado apropiado exhibirla aquí, en el MARQ, para que pueda ser visitada por todos los ciudadanos de la provincia en un espacio más amplio».
La pieza, realizada en piedra arenisca de grano fino, contiene un grabado de incisión y fricción que representa de forma esquemática la panoplia militar propia de un guerrero, de un hoplita. En ella se pueden distinguir elementos símbolo de estatus y prestigio como una espada con empuñadura de antenas y hoja recta, un cuchillo afalcatado de uso personal, un posible guante o manopla, un hipotético linothorax o coraza hecha de capas de lino, un cinturón de apariencia samnita de lámina de bronce y unas grebas de protección para la espinilla.
En este sentido, el comisario de la muestra ha explicado que «a los pies de la Sierra de Bernia, había una pequeña población con una necrópolis donde enterraban las cenizas de sus muertos y las señalizaban con una losa de piedra. Este personaje tenía que ser excepcional y, por ello, le realizaron esta pieza. Seguramente sería un guerrero que se había encargado de la defensa del territorio y de los intereses de sus vecinos y se hizo merecedor de que la sociedad le dedicara un esfuerzo considerable, elaborando esta pieza».
Hallada de forma accidental en una necrópolis ibérica en el año 1972, esta estela funeraria es una manifestación cultural propia de la Edad de Hierro. La zona en la que fue encontrada pertenecía y daba servicio al poblado que se encontraba a pocos metros al sur, el yacimiento de Altea la Vella.
El montaje expositivo se completa con la producción de un audiovisual, un panel informativo y un catálogo monográfico que profundizan en el conocimiento de esta pieza.
