Esta mañana, el Alcalde y la edil de Bienestar Social, acompañados por varios de los miembros de la Corporación Municipal, han dado la bienvenida al municipio a los 10 niños saharauis que pasarán el verano en Altea en familias de acogida. Familias que sin ningún tipo de contraprestación deciden recibir en sus casas a un niño para que no tenga que pasar el verano en los campamentos de refugiados, evitándole así las elevadísimas temperaturas de la zona durante esta época del año.
En el transcurso de la recepción, desde el Ayuntamiento se ha ofrecido un obsequio a cada uno de los niños y el Alcalde, Andrés Ripoll ha agradecido a las familias de acogida “su ofrecimiento para que verano tras verano se pueda llevar a cabo esta labor humanitaria”.
“A los niños les deseo que pasen el verano lo mejor posible y que aprovechen también este tiempo para realizarse todas las revisiones médicas que necesiten”, ha añadido el Alcalde.
Desde Bienestar Social, Gemma Córcoles ha explicado que “la estancia de estos niños en la Marina Baixa y concretamente en Altea les permite estar lejos de las altas temperaturas del Sahara y se recuperan de su estado de salud, además de comer mejor ya que este año concretamente ha sido duro en este sentido”.
Córcoles ha informado que el Ayuntamiento colabora con la acción asumiendo el coste de los billestes de avión para el traslado de los niños, cuyo coste suele oscilar entre los 3.000 y 4.000€, dependiendo del número de niños saharauis que cada verano se desplacen hasta Altea.
