Varios tramos de costa de Altea amanecieron cubiertos por un vertido de peces muertos que ha obligado desde el Ayuntamiento a denunciar a las autoridades competentes. La playa La Roda fue la más afectada por este residuo, que llegaba a ocupar una extensión de alrededor de 150 metros de la orilla. La otra zona afectada era Cap Blanc. Además de los peces, de la especie “boga”, aparecieron las cajas que supuestamente contenían el pescado. El Concejal de Medio Ambiente de Altea, Santiago Ronda, ha explicado que este incidente ya se produjo el verano pasado, por lo que tras proceder a la retirada de los desechos se ha interpuesto una denuncia: “Este vertido puede generar unas condiciones higiénico-sanitarias adversas para usuarios y bañistas, y por tanto, hay que dar cuenta a las entidades implicadas en la conservación del medio natural para que se identifique a los responsables y no vuelva a suceder”.
Santiago Ronda ha presentado una denuncia ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) dirigida a las autoridades competentes, principalmente la Conselleria de Medio Ambiente, que gestiona el puerto de Altea, la Jefatura Provincial de Costas, el Parque Natural de Serra Gelada y la Cofradía de Pescadores. A pesar de no conocerse a los responsables, los indicios apuntan que el incidente está relacionado con las embarcaciones de “traiña”, que practican la pesca de cerco y últimamente han aumentado en la flota de Altea. Desde la Concejalía Medio Ambiente se barajan los problemas de comercialización de estos pescados como las causas más probables del vertido. “Sea por el motivo que sea, las embarcaciones no tienen porqué tirar por la borda las cajas de peces que no puedan comercializar porque eso supone un estropicio en nuestras playas y un atentado contra el medio”, añade Ronda.
