La vicepresidenta del Consell y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, y la consellera de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática, Rosa Pérez Garijo, acompañadas del alcalde de Altea, Jaume Llinares, han homenajeado en el Palacio Altea a 18 personas de las comarcas de la Marina Alta y la Marina Baixa, víctimas del Holocausto para defender la libertad y los valores democráticos.
Las conselleras Oltra y Pérez Garijo han librado a representantes de los ayuntamientos de diferentes localidades de ambas comarcas los ‘Azulejos de la Memoria’ correspondientes al proyecto ‘Construyendo Memoria’, que se situarán a lugares visibles de estos municipios. La ceremonia también ha contado con la presencia de alcaldes y alcaldesas de los diferentes municipios, familiares de las víctimas y entidades memorialistas.
Pérez Garijo ha destacado que con el acto de hoy “logramos las 262 baldosas libradas en los ayuntamientos con los nombres y apellidos de los valencianos y las valencianas que sufrieron aquel horror; y lo hacemos 76 años después de la liberación de unos campos de donde la mayoría no pudo salir nunca”.
La consellera de Calidad Democrática ha lamentado “tener que esperar toda una vida, 76 años, porque reciben este reconocimiento en qué ninguno de las víctimas ha podido estar presente”.
En palabras de la consellera Pérez Garijo: “Han sido demasiados años de silencio forzoso y olvido premeditado; porque siempre que hablamos de reparación y reivindicación de la memoria, llegamos tarde”.
«Para Altea es un orgullo celebrar este importante acto, un reconocimiento en esas personas de nuestras comarcas que vivieron la barbarie del holocausto. Una manera de mantener siempre viva su memoria», ha comentado el alcalde de Altea, Jaume Llinares.
Por su parte, la concejala de Participación Ciudadana, Maria A Laviós ha recalcado que «es imprescindible y de justicia realizar este tipo de actos, para nunca olvidar lo que se vivió y que no vuelvo a repetirse».
Durante su intervención, Pérez Garijo se ha referido al último superviviente que murió hace dos años y medio, un mes antes de hacer los 100 años, Francisco Aura, además de pronunciar el nombre de todas las víctimas homenajeadas de las comarcas de la Marina Alta y la Marina Baixa “de las cuales solo debe pudieron disfrutar de nuevo de la libertad y ocho murieron en aquel infierno”, ha lamentado.
La consellera de Calidad Democrática ha puesto el ejemplo de Lorenzo Doménech, que “murió el mismo día que llegó al campo de Dachau”.
Justicia a la memoria de las víctimas
La consellera de Calidad Democrática ha recordado que aquello no eran simples campos de concentración, “eran campos dedicados específicamente al exterminio”, como el de Auschwitz, donde las víctimas iban directas desde el tren en la cámara de gas; «solo así se explica esta tasa de mortalidad».
«El régimen nazi representó el terror total y los campos de concentración y exterminio fueron la culminación de un sistema basado en la explotación y la eliminación de grupos humanos enteros, una industria de la muerte que se extendió a miles de dependencias como Mauthausen o Gusen», ha manifestado Pérez Garijo.
La consellera de Calidad Democrática ha afirmado que hoy “hacemos justicia” a su memoria y basura nuestras unas biografías que son “auténticas lecciones de vida”. En este sentido, ha manifestado que gracias a su lucha por la libertad “hoy podemos ser libres y no lo tenemos que olvidar nunca”.
Hoy se ha rendido homenaje a José Moll Ribes, de Beniarbeig; Manuel Ginestar Ginestar, de Benimeli; José Tur Ibars y Jaime Tur Tur, de Calp; Alfredo Moltó Pérez, de Castell de Castells; José Carrió Marsal, de Pedreguer; Pascual Franqueza Alentado, de Pego; Juan Bautista Mengual Oliver, Vall de Laguar y Benimaurell; Jaime Lloret Perelló, Juan López Ripoll y Manuel Nadal Pascual, de Altea; Juan Bautista Sanchis Cuenca y Jaime Seguí Savall, de Callosa d’en Sarrià; Vicente Lloret Lloret y Juan Perea, de la Nucia; y José Brotons Soler, Vicent Pamplona Lladó i Lorenzo Domènech, de Relleu.