Éxito de participación en la celebración del 406 aniversario de la Carta Puebla.
La jornada de puertas abiertas del Archivo Municipal, organizada por la concejalía de Cultura con motivo del 406 aniversario del otorgamiento de la Carta Puebla de Altea, despertaba en el día de ayer, 11 de enero, gran interés por parte de la población alteana que quiso conocer de primera mano las particularidades de dicha instalación.
A la cita acudían medio centenar de alteanos y alteanas que recorrieron las instalaciones conducidos por el archivero municipal, Pere Soler; al tiempo que vieron algunos de los documentos más antiguos que se guardan en dicho archivo y supieron de su contenido y contextualización gracias a las explicaciones del historiador alteano, Juan V. Martín.
A la cita acudieron también varios ediles de la Corporación Municipal, entre ellos la edil de Cultura, Aurora Serrat, quien, a su término, hacia una valoración muy positiva de la actividad y explicaba el motivo por el que se ha decidido abrir las puertas del Archivo Municipal. “Este año para conmemorar el 406 aniversario de la Carta Puebla hemos decidido abrir el Archivo Municipal a todas aquellas personas curiosas que quisiesen ver que esconden sus paredes y la verdad que estoy muy satisfecha de ver la respuesta de la gente del municipio y su interés por venir a descubrir este lugar y los que aquí se esconde, como documentación antigua y actual que tramita el Ayuntamiento”; comentaba Serrat.
“Hemos estado alrededor de dos horas descubriendo los depósitos que guarda el archivo y conversando entorno a la Carta Puebla y documentación tal como el primer Libro de Decretos de Alcaldía y distintos documentos de donaciones de archivos particulares”; apuntaba la responsable municipal de Cultura.
“Pienso que muchas de las personas que han venido a conocer el Archivo Municipal, ahora lo verán con otros ojos ante la funcionalidad que realmente éste tiene para el pueblo de Altea y que muchos desconocían”; concluía Aurora Serrat.
Como máximo conocedor de la instalación, su archivero, Pere Soler, introducía a los presentes en el continente y el contenido del Archivo Municipal con un recorrido por las distintas salas que lo componen. Además, en cada una de ellas explicaba su uso y el proceso que siguen los documentos desde que llegan a las instalaciones, hasta que entran en la cámara aislada y climatizada que los conserva. Una cámara que cuenta con medidas de protección documental como por ejemplo una temperatura constante de 19 grados y un sistema antiincendios.
Soler, describía el Archivo Municipal como “un departamento del Ayuntamiento cuya primera función es recopilar, custodiar, conservar, tratar y servir la documentación que genera el Ayuntamiento”. “Las instalaciones constan de distintas zonas, la de trabajo administrativo, la de recepción de documentación, la sala de consulta y el depósito documental”; señalaba Pere Soler. Depósito documental al que en la tarde de ayer se accedía en grupos reducidos por sus condiciones ambientales que no han de ser alteradas.
“En primer término, el usuario del archivo es el usuario interno del Ayuntamiento que hace uso del mismo para resolver trámites, pero el ciudadano también puede hacer uso de las instalaciones a través de una petición en el Ayuntamiento”, aclaraba Pere Soler, quien pormenorizaba que “si un ciudadano quiere consultar documentación custodiada en el Archivo Municipal ha de cursar una petición en el Registro General del Ayuntamiento; pero también puede acudir al propio archivo y analizada su inquietud, si se trata de la consulta a un documento histórico, puede hacer la petición en el propio archivo, rellenando un formulario, que le permitirá hacer su consulta. Si se trata de un documento no histórico, si no de gestión diaria del Ayuntamiento referente a los últimos años, la petición ha de realizarse directamente en el Ayuntamiento”.
Y por su parte, Juan V. Martín, uno de los impulsores de la celebración del aniversario de la Carta Puebla en el año 2010, indicaba que “cada año nos reinventamos en la celebración y se han hecho desde rutas históricas, hasta cenas temáticas e incluso una demostración de cómo subían los burros por la Costera dels Maxos. Este año se nos ocurrió abrir al público el Archivo Muncipal que, al fin y al cabo, es donde duerme la historia de todos”. “Ha sido una actividad que ha tenido una muy buena acogida y en la que además de mostrar las instalaciones y los documentos, hemos hablado de la importancia que tienen estos. Hemos sacado varios documentos de esos que son atractivos para el público, como los censos de los años 30 y 50 del pasado siglo, en los que los asistentes han podido localizar a sus familiares y también hemos mostrado el Libro de la Junta de Sanidad, que es el documento más antiguo municipal que se conserva en el archivo y que explica precisamente algunas de las epidemias y las enfermedades más graves que se padecieron en Altea a principios del siglo XX. Precisamente en un contexto de post pandemia mundial en el que viene bien recordar cómo se afrontaban las cosas hace más de 100 años. Y también hemos mostrado el Libro de Matrícula de Mar, el libro en el que se inscribían los marineros del municipio”.
En palabras del historiador Juan V. Martín Devesa, “ha estado muy bien la iniciativa porque la gente se ha podido ensuciar las manos, tocar los documentos, hacer consultas y resolver sus dudas. Al final se trata de compartir una fecha tan importante como es el 11 de enero y hacer que sea un poco de todos”.