116 personas han participado durante este año en los programas del Plan de Empleo Cruz Roja en Altea, una iniciativa que cuenta con la colaboración de la Concejalía de Fomento del Empleo y la Fundación Caixaltea. Un 50% de los participantes lograron encontrar empleo y todos tuvieron la oportunidad de mejorar profesionalmente accediendo a un mercado inaccesible hasta el momento para aquellos colectivos que más han sufrido el impacto de la covid-19 a lo largo de este año.
“Desde la Concejalía de Fomento del Empleo seguimos apostando por iniciativas que ayuden a la plena inserción laboral en Altea, especialmente entre los colectivos más vulnerables como son los participantes de este plan de empleo. Por ello, firmamos un convenio de colaboración con Cruz Roja; creemos en el trabajo conjunto, en la colaboración publico privada para seguir ofreciendo las mejores alternativas a los ciudadanos”, ha comentado Maria A Lavios, concejala de Fomento del Empleo.
Los participantes en estos cursos, que hoy han finalizado con la entrega de diplomas del último al que ha asistido Diego Zaragozí, concejal de Infraestructuras, son personas que lo tienen más complicado para acceder al mercado laboral. Personas paradas de larga duración, mujeres en dificultad, personas discapacitadas, con escasa formación y experiencia, mayores de 52 años o personas migrantes, entre otros.
Se han realizado 18 cursos de capacitación en diversos ámbitos laborales adaptados a la demanda del mercado y al perfil de nuestros y nuestras participantes. Formaciones como Operaciones Auxiliares a la Venta: Caja y Reposición, Logística y Gestión de Pedidos Multicanal, Limpieza y Mantenimiento de Piscinas, Técnicas de Corte y Presentación del Jamón, Carretilla Elevadora, Manipulador de Alimentos, Inglés Básico, Prevención de Riesgos Laborales, entre otros, ha permitido a estas personas formarse en sectores a los que de otra manera no hubieran podido acceder.
Además de sesiones con empresas como la realizada con Leroy Merlín, la Carnicería Fuster o la empresa Ronda Proyectos han acercado la realidad del mercado laboral a los participantes, mostrándoles opciones y posibilidades de empleo donde antes no había.
Los talleres y actividades han servido para aumentar y fortalecer su red de contactos personales fomentando la ayuda mutua que esperamos perduren en el tiempo. En este sentido se han podido realizar hasta 58 sesiones grupales en las se han trabajado las competencias profesionales y personales, se les ha dado información sobre el mercado de trabajo, sobre sus deberes y derechos como personas trabajadoras, sobre las herramientas más utilizadas en la búsqueda de empleo y cómo utilizarlas de forma efectiva. Además, se ha trabajado el empoderamiento, su organización del tiempo, la corresponsabilidad o la motivación.