El Consistorio alteano ha reducido su deuda bancaria en cerca de un 50 por ciento, pasando de 21,5 millones de euros a poco más de 11 en estos dos últimos años
El alcalde de Altea, Jaume Llinares, y las portavoces de los tres partidos políticos que gobiernan en el consistorio alteano, Imma Orozco (Compromis), Vicenta Pérez (Psoe) y Bea Nomdedéu (Altea amb Trellat), participaron esta semana en un desayuno con los medios de comunicación para hacer un balance del año que está a punto de terminar y los proyectos de futuro.
El primer edil iniciaba su intervención explicando que «cuando llegamos en junio de 2015 la deuda real del consistorio, fruto de la suma de la deuda bancaria y de los pasivos contingentes, era de 40 millones y gracias al esfuerzo realizado hemos conseguido reducirla a la mitad en dos años de gobierno de progreso «. Esto, permitirá que se puedan acometer diferentes inversiones a medio y largo plazo que de otro modo no se habrían podido ni plantear.
Aparte de por las buenas cifras a nivel económico, el 2017 ha estado claramente marcado por la celebración del 400 Aniversario de la Carta Fundacional de Altea. Un aniversario que se ha convertido en hilo conductor de la actividad cultural, educativa y social en el municipio durante todo el año.
La apuesta por la cultura también se ha consolidado a lo largo de este año con «el acercamiento que se ha producido a la Universidad de Alicante y la Universidad Miguel Hernández, con las que se han puesto en marcha diferentes proyectos de futuro, como la creación de dos importantes cátedras y “que valoramos muy positivamente después de años en que la universidad y el pueblo han vivido de espaldas”. El alcalde de Altea remarcó también que este año será recordado como el de la puesta en marcha de los Premios Altea de Literatura, que ya en su primera edición, se han convertido en un referente de la lengua valenciana.
Entre las noticias más importantes que el alcalde quiso destacar especialmente de este año que está a punto de terminar, está la finalización y puesta en marcha de la guardería pública después de muchos años de espera. «Podemos estar muy orgullosos del trabajo realizado que ha permitido que este servicio sea gestionado por Consellería y esté ya a pleno rendimiento».
Finalmente, respecto a la participación ciudadana, un pilar básico en el modelo de gestión deseado por el actual Equipo de Gobierno, el Alcalde ha destacado la puesta en marcha de los presupuestos participativos con una primera partida de 100.000 €. La comunicación entre la calle Filarmónica y la calle Empedrat fue el proyecto más votado por los ciudadanos, un proyecto que se ejecutará en el 2018.
Problemas e imprevistos en 2017
El temporal sufrido a principios de año que causó importantes daños, sobre todo en la costa alteana, ha marcado también las inversiones que se han realizado a lo largo del año, tanto con recursos propios como con ayudas. Más allá, el alcalde explicaba que «hemos intentado que todas las obras contemplaron las mejoras que hace años que reclamábamos, como en el caso de Cap Blanc o de Cap Negret, y creo que el resultado final es evidente».
El Alcalde también recordó el gran problema que supuso el concurso de acreedores de la Asociación EMAUS, que puso en riesgo la continuidad de los servicios que realizaba tanto en Altea como en la comarca. «La situación era muy complicada, pero la unión de los alcaldes de los pueblos afectados y el trabajo de la Conselleria ha permitido resolver la situación satisfactoriamente».
También se ha dado solución a algunas cuestiones enquistadas a lo largo de los años y que «con mucho trabajo hemos conseguido resolver en beneficio del municipio». El acuerdo con el ayuntamiento de Callosa por el precio del agua con que se abastece la Urbanización Santa Clara después de años de contenciosos generando gastos, o la materialización del acuerdo plenario que se tomó en la anterior legislatura que permitirá una reducción de la deuda con la empresa concesionaria del agua son dos ejemplos.
Para finalizar, Jaume Llinares quiso adelantar los proyectos importantes para el próximo año, entre los que destacaba la segunda fase del Frente Litoral, que según Llinares «muy probablemente pueda comenzar a finales de 2018. El acuerdo al que se ha llegado con el Ministerio implica el compromiso que el Ayuntamiento actuará en la parte terrestre «. Esto significará un gran esfuerzo económico por nuestra parte y se convertirá en el proyecto más ambicioso de los últimos años, pero que Altea podrá afrontar gracias a la gran reducción de deuda que hemos hecho «.
La colaboración con diferentes Consellerias permitirá que proyectos importantes como la mejora de los accesos a Altea la Vella, la restauración de la Casa Gadea o las obras de conducción del depósito del Montahut en Les Rotes vean también la luz el próximo año. Además, entre otros proyectos, concluía, «tenemos por delante la exposición pública del Plan General con las mejoras introducidas, el plan para la eliminación de los puntos negros o la ampliación del cementerio para suplir las necesidades de los próximos 6 años «.