Hoy lunes, 28 de noviembre, arrancan las obras que hace unas semanas anunciaba el edil de infraestructuras, Roque Ferrer, para mejorar las condiciones de accesibilidad de los espacios públicos urbanizados, en este caso en la Travesía Prado, la calle que conecta la unión del paseo Mediterráneo la calle Sant Pere con el núcleo histórico tradicional.
Actualmente la Travesía Prado tiene unas aceras demasiado estrechas que dificultan el paso de peatones e imposibilitan el tránsito a personas con movilidad reducida, por lo que con esta obra, que tiene un coste de 17.252,18 para las arcas municipales, se procederá a la ampliación de las aceras. Aunque según adelantó el edil del área, se pretende diseñar un paso de peatones a cota de acera, se prevé soterrar todas las instalaciones que discurren por las fachadas o en vuelo y se preparará en el punto central de la travesía la instalación de alumbrado público y subsanar así una de las carencias que sufren todas las calles perpendiculares ubicadas entre la CN-332 y el frente litoral.
Roque Ferrer afirmaba que estas obras son de destacada importancia para seguir avanzando hacia una localidad sin barreras arquitectónicas, ya que desde esta concejalía se trabaja diariamente para que Altea sea un municipio accesible y no discriminatorio.