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  • Las obras comenzarán el
    próximo 13 de octubre y consistirán en cubrir el tramo de la C/Filarmónica,
    restaurar el viaducto sobre el río Algar y mejoras en la seguridad

  • También se reparará el puente
    de hierro sobre el río Algar y se crearán dos falsos túneles en La Galera y
    Marimontaña

El próximo 13 de octubre comenzarán las obras de renovación y
mejora de la Línea 9 de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana, a su paso
por el término municipal de Altea. Así lo ha anunciado esta mañana en rueda de
prensa, el Alcalde de Altea, Jaume Llinares, que ha comparecido junto a la edil
de Urbanismo, Imma Orozco, y el concejal de Infraestructuras, Roque Ferrer. El
importe de las obras asciende a 13,4 millones de euros, que serán costeados por
la Generalitat Valenciana y tienen un plazo de ejecución de 9 meses, aunque la
estimación de la Generalitat es poder finalizarlas en tan solo 5 ó 6 meses.

Concretamente, las principales actuaciones de las obras
consistirán en cubrir todo el tramo descubierto del trazado que existe
actualmente en la C/Filarmónica; la reparación del puente de hierro sobre el río
Algar; y la creación de dos falsos túneles en el trazado que pasa por la
urbanización La Galera y por la parte alta de Marimontaña.

Tal y como ha señalado Jaume LLinares, “se van a sustituir las antiguas traviesas, de manera que será una vía
continua, con la reducción de impacto sonoro que eso va a suponer y el aumento
de seguridad, tanto para viajeros como para vecinos”.
En cuanto al puente
de hierro sobre el río, al tratarse de un Bien de Relevancia Local (BRL), “se han detectado problemas en pruebas de
carga que se han realizado y por ello FGV va a desmontarlo por completo, lo
repararán y lo volverán a instalar”,
ha destacado el Alcalde.

Asimismo, Llinares ha asegurado que “actualmente estamos negociando con FGV para reducir al máximo la zona
de afección de las obras, tanto en lo que se refiere a las calles, como a la
zona del mercadillo de las frutas y verduras”
y ha mostrado su satisfacción
“ya que se trata de una reivindicación
histórica de los alteanos y alteanas”.

El Alcalde ha señalado además que, cuando se cubra el trazado
de la C/Filarmónica, se creará una terraza en la parte superior y se ampliará
la C/ La Sèquia, “y nuestro objetivo es
crear en un futuro un entorno estéticamente coherente y que una la parte de
bajo de Altea con el Casco Antiguo”.
En este sentido, la concejala de
Urbanismo ha anunciado que “estamos en
conversaciones con la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Alicante
para llevar a cabo un concurso de ideas entre los alumnos de la asignatura
‘Proyecto Urbano’, con el objetivo de regenerar todo este espacio urbano”.

Según ha explicado Orozco, la afección de las obras no
afectará al mercadillo de la ropa ya que se ha conseguido negociar una
reducción de la zona de acopio. En cuanto al de la fruta y la verdura, las
obras afectarán al solar adquirido por el Ayuntamiento durante la pasada
legislatura y a parte del parking. Se estudiará, con el consenso de los
comercios, una nueva ubicación temporal para este mercadillo. En cuanto a los
cortes de las calles, tal y como ha remarcado la edil, “se llevarán a cabo de manera escalonada y por fases para intentar
minimizar las molestias a los vecinos y a la circulación”.

Por su parte, el concejal de Infraestructuras, Roque Ferrer,
ha manifestado que mientras duren las obras, el servicio de transporte por tren
desde Altea a Calpe será sustituido por un servicio de autobuses, que tendrá la
misma frecuencia que el tren y paradas en la Estación de Tren y en la Plaza de
Europa. Además, ha explicado que desde el Ayuntamiento se ha exigido a FGV una
mejora en la acera que une la estación del tren con la parada de autobús y los
accesos a la estación. Ferrer ha insistido en que las obras implican una mejora
de seguridad para los usuarios del tren y una reducción del impacto acústico en
el tramo urbano.

Por último, el Alcalde ha
hecho hincapié en que se están llevando a cabo catas en las viviendas
colindantes a todo el trazado que se va a cubrir (un total de 100 casas) para
tener una valoración de su estado actual y poder pagar los costes de
reparaciones, en caso de que sufran algún tipo de daños por las obras.

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