El sistema permite actuar con eficacia y rapidez en casos de
emergencia por muerte súbita
El Centro Social de Altea acogió ayer la presentación del programa ‘Altea, Ciudad Cardioprotegida’, que contó con la participación de
más de 100 personas, interesadas en conocer un proyecto en el que el equipo de
gobierno municipal lleva trabajando durante más de un año. El acto, que contó
con la asistencia del Alcalde de Altea, Miguel Ortiz, fue presentado por el
concejal de Presidencia, Jesús Ballester, el edil de Servicios Sociales y
Sanidad, Gregorio Alvado, y Jefe del Servicios de Emergencias del Departamento
de Salud de la Marina Baixa, Francisco Navarro.
El proyecto ha sido desarrollado por el
Ayuntamiento de Altea, en colaboración con Caixaltea y Rotary Club, y ha
consistido en la compra de 4 nuevos desfibriladores que, unidos a los 5 ya
existentes en los distintos Centros de Salud y ambulancias de Altea, hacen que
a partir de ahora existan 9 desfibibriladores distribuidos por todo el término
municipal, a una distancia de 5 minutos, para cubrir al máximo de población
posible. Concretamente los desfibriladores están distribuidos de la siguiente
manera: Centro de Salud Galotxa, Centro de Salud Pla de Castell, Centro de
Salud de Altea la Vella. Ambulancia SVB Generalitat, Ambulancia DYA, Ciudad
Deportiva, Casco Antiguo, Club Náutico y Club de Golf Don Cayo. Durante este
mes de abril y el próximo mes de mayo, se llevarán a cabo los respectivos
cursos de formación: la primera fase destinada para el aprendizaje en el uso
del DESA y RCP Básica para Policía Local, monitores deportivos, etc.; y por
otro lado a la población para conocimiento del proyecto Familiares y Amigos.
La iniciativa ha consistido en la ubicación de
desfibriladores como sistemas de cardioprotección, situándolos de forma
estratégica en el término municipal para que sean accesibles, tanto a
profesionales de la salud, como a cualquier otro ciudadano, en situaciones de
emergencia de muerte súbita, como consecuencia de una parada cardiaca sufrida
por un tercero, aumentando las probabilidades de sobrevivir de los ciudadanos
que la sufren. Esta ubicación estratégica de
desfibriladores va unida necesariamente, a un conocimiento de su ubicación y
funcionamiento y a una programación de formación de personas que, por sus
conocimientos previos, su lugar de residencia o trabajo habitual, su conexión
con el vecindario u otras circunstancias personales o sociales, esté interesada
en el conocimiento básico en el uso de este instrumento, identificar síntomas
así como de los protocolos básicos de emergencia como es la llamada precoz.
Cabe
destacar que un alto porcentaje de vidas se salvarían si recibieran de forma
inmediata esta asistencia por quienes les rodean, mientras esperan la llegada
de los servicios de emergencia. Los sistemas de acceso público a la
desfibrilación tienen como objetivo poner al alcance de todos los ciudadanos un
desfibrilador, como el único medio que, unido a las maniobras básicas de
reanimación, permite ofrecer a la víctima posibilidades reales de supervivencia
subiéndolas de un 2% hasta un 30%, mientras se espera la llegada de la
asistencia médica. Asimismo, el uso de un desfibrilador semiautomático es
completamente seguro para la víctima, el reanimador y el entorno.
