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El alcalde de Altea, Andrés Ripoll, anunciaba que desde la actual corporación municipal se “luchará para que la Variante de Altea tenga un mínimo impacto en nuestro pueblo”. Por este motivo, el primer edil desvelaba que existirán reuniones con los grupos políticos del municipio para “aunar criterios y tomar las decisiones necesarias para que el impacto en el término municipal sea el menor posible”. Ripoll realizaba estas declaraciones ante las manifestaciones que se han emitido desde el Ministerio de Fomento donde se anuncia que se licita el proyecto de trazado y construcción de la Variante de Altea, en la N-332. Ante esto, el máximo representante de la localidad afirmaba que “teníamos constancia que la licitación del proyecto del Ministerio se podía producir ya que se había publicado el estudio informativo de la Variante de Altea en 2007 donde el Ministerio proponía la solución 1A”. En base a él, el pleno municipal de Altea celebrado el 30 de agosto del año pasado, aprobó por unanimidad de todos los grupos políticos, presentar un contencioso administrativo contra esa publicación “que continúa adelante en su proceso por vía judicial”, señalaba el primer edil.


Por otro lado, Ripoll informaba que el lunes se comunicó desde el Ministerio de Fomento que la doble vía de Benidorm estaba presupuestada para 2008, que la de Ondara estaba en ejecución y que se iba a iniciar el estudio de la variante que unirá Altea con Benissa, también llamada Variante de Calpe “lo que hacía inminente la próxima licitación de la adjudicación del proyecto de la Variante de Altea”. Ante este hecho, el primer edil alteano respondió que “el contencioso administrativo continuaba en marcha ya que queríamos que la afección al término de Altea fuera el mínimo posible”.


Ante la imposibilidad de convertir la autopista en una carretera libre por la distinta consideración de la vía y la posibilidad del desarrollo de toda una carretera paralela a la autopista, en toda la provincia de Alicante y parte de Valencia, “exigimos toda una serie de consideraciones que sean buenas para el pueblo de Altea y que vamos a tratar con el resto de partidos políticos del municipio y con las asociaciones de vecinos, como que no hubiera espacio intermedio entre la variante y la autopista; se minimizasen los daños a los edificios o que la afección de terrenos lateral fuera mínima y se pasara de los cien metros establecidos a veinticinco”, subrayaba Ripoll. Ante dichas solicitudes, el alcalde socialista mantenía que “tenemos que conseguir que todas las propuestas tanto nuestras como del resto de grupos y asociaciones se tengan en cuenta en ese proyecto”. Por último, Andrés Ripoll destacaba que si el proyecto llega a realizarse “queremos que sea lo menos dañino para Altea”.

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