Desde la Concejalía de Infraestructuras y Obras, encabezada por Roque Ferrer, se ha emitido un decreto en relación con la práctica ciudadana de verter polvo de azufre en la vía pública y las proximidades de las viviendas a efectos de impedir que los animales domésticos, especialmente los perros, realicen sus micciones en las zonas ‘’tratadas’’.
En este sentido, el decreto informa que:
- El azufre es una sustancia peligrosa que puede afectar a la salud cuando es inhalado, ingerido y/o por contacto con la piel. Los efectos de la exposición pueden incluir ulceración de la piel, conjuntivitis, inflamación de la mucosa nasal, falta de respiración, asma y tráquea-bronquitis. Además, se trata de un sólido altamente inflamables, pudiendo originar mezclas explosivas en contacto con el aire o con materiales oxidables. Se debe evitar su contacto con agua. Debe ser almacenado en frío, con ventilación adecuada, lejos de fuentes de ignición y de materiales oxidables.
- No existe evidencia científica de los efectos de esta sustancia como repelente de los animales de compañía y en concreto de los perros, a los efectos de evitar que se orinen en la fachada de los edificios, si bien hay una creencia popular muy expandida de este efecto.
- Según se establece en la Ordenanza Municipal de Convivencia Ciudadana publicada en el BOP nº 122 de 1 de julio de 2013, en su artículo 46.1.b, ‘’..//… 1.- Deberá seguirse la siguiente conducta. a) No está permitido lanzar, arrojar o abandonar en el espacio público ninguna clase de producto en estado sólido o líquido. b) Especialmente, queda prohibido lo indicado en el artículo anterior, cuando sean instrumentos u objetos peligrosos o susceptibles de propagar enfermedades, como, jeringas o cualquier otro material sanitario o el utilizado para el consumo de estupefacientes, productos químicos, pirotécnicos, explosivos o que contengan fluidos corporales humanos o animales cuando sean un medio susceptible de contagiar enfermedades graves ..// .. ‘’.
Según lo anterior, se concluye que la deposición de productos químicos en la vía pública es una práctica prohibida y peligrosa para la salubridad de personas y animales. En este sentido, cabe resaltar que si bien es una creencia popular que el azufre en polvo repele a los perros impidiendo que orinen en las fachadas de los edificios, no hay constancia científica de este efecto, y hay que concienciar o informar a los dueños de estas mascotas e inmuebles a que adopten unos hábitos higiénicos diferentes de los mismos en la vía pública. Todo ello de acuerdo con las normativas de aplicación.