La villa blanca recibe a más de 50.000 personas en su noche más mágica
Un dispositivo de más de 200 personas veló por la seguridad del espectáculo
La bahía de Altea volvió a iluminarse anoche con la celebración de la 34 edición del Castell de l’Olla. Tras dos años de parón, este evento pirotécnico, que se dispara íntegramente desde el mar, hizo vibrar a las más de 50.000 personas que se congregaron en la playa de la Olla y alrededores.
Con una duración de aproximadamente veintidós minutos, a las doce de la noche comenzaba el espectáculo a cargo de la pirotecnia Ricardo Caballer (Ricasa) que disparó más de 2.000 kilos de pólvora desde cinco plataformas flotantes.
“Este año, a pesar de lo que se pudiera pensar por la ola de calor y viento que estamos atravesando, ha sido el año con las mejores condiciones para el disparo y ha tenido un gran resultado”, comentó el pirotécnico, Ricardo Caballer. “Aquí en la Olla siempre ha habido mucha humedad y hoy, al estar baja, la visibilidad ha sido la mejor que hemos tenido nunca, se ha podido disfrutar del colorido y sin riesgos, puesto que el viento iba en contra y este es el único espectáculo pirotécnico que se tira íntegramente sobre el mar, las condiciones de hoy las compro siempre”, finalizó Caballer.
El evento contó con la presencia de la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, Aitana Mas; el alcalde de Altea, Jaume Llinares y el presidente de la Cofradía del Castell de l’Olla, José Pérez Gorgoll. Además, entre los asistentes, destacó la presencia de la secretaria autonómica de Política Territorial, Urbanismo y Paisaje, Inma Orozco; el director general de Turismo, Herick Campos y el director general de Formación Profesional y Enseñanzas de Régimen Especial, Manuel Gomicia junto a una nutrida representación del equipo de gobierno de Altea y de otras autoridades.
Tras el disparo el alcalde se mostró muy contento y emocionado: “tras el día que hemos pasado, considerando si se podría disparar o no, ha sido una sorpresa que al final ha tenido las mejores condiciones posibles y ha sido una de las noches más bonitas de cuantas recordamos, un espectáculo artístico, con unos colores y sonoridad increíble. Partíamos de una situación complicada, el parón de la pandemia, dificultades económicas, el clima, pero el resultado ha sido espectacular. El Ayuntamiento ha hecho un importante esfuerzo este año para compensar parte de estas dificultades y hemos conseguido un año más un Castell único”.
La vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, Aitana Mas, que visitaba por primera vez el Castell de l’Olla, felicitó a los organizadores e instó a la ciudadanía a visitarlo. “No tengo palabras para describir este espectáculo, su singularidad, ha sido impresionante y quiero invitar a todo el mundo a conocerlo, pues es único. Es una muestra como somos los valencianos, la pirotecnia forma parte de nuestra vida y nuestras fiestas, vertebra nuestra Comunidad”, finalizó la vicepresidenta de la Generalitat.
El presidente de la Cofradía del Castell de l’Olla, José Pérez Gorgoll, destacó que fue “uno de los mejores castillos que hemos tirado, con unos colores impresionantes, nunca habíamos visto esa claridad de colores. Queremos agradecer al pirotécnico su gran trabajo, ha sido un gran espectáculo, el que se merecía Pepe el Barranquí al que se lo hemos dedicado”.
Premios ‘Illeta d’Or’
Antes de lanzarse el Castell, tuvo lugar la entrega de premios ‘Illeta d’Or’. El objetivo de estos galardones es reconocer el compromiso de la sociedad civil, instituciones y medios de comunicación en la defensa de los valores del Castell de l’Olla. Los galardonados fueron el ilustrador Miguel Calatayud, la Guardia Civil, el diario Las Provincias y el periodista Quique Collado.
Durante la entrega el alcalde de Altea, Jaume Llinares, destacó a las personas que hacen posible este espectáculo pirotécnico, “son más de 200 los efectivos que desde el Ayuntamiento de Altea se han movilizado para velar por la seguridad de todos, los miembros de la Cofradía del Castell, organizadores del evento, y los colaboradores sin los que no podría llevarse a cabo el espectáculo más bonito del Mediterráneo. En total más de 300 personas que desde primera hora están trabajando incansablemente”.
El primer edil recordó lo importante de este día para Altea, y más tras el parón de la pandemia. “Como decíamos ayer, que dijo Fray de León, ya estamos aquí otra vez, porque nada nos puede parar, y volvemos como si fuera ayer a disfrutar del arte, la literatura y el fuego. Yo lo hago desde este lado, como alcalde, por última vez, pero seguiré siempre disfrutando de nuestra noche más importante”, con un “hasta siempre”, concluyó Jaume Llinares.