Medio centenar de personas relacionadas con el mundo agrario se dan cita en la microviña ubicada en el entorno del Molí dels Moros para conocer el proyecto.
A última hora de la mañana de hoy, un destacado número de personas, procedentes de distintos ámbitos relacionados con el mundo agrario y el medio ambiente, varios ediles de la Corporación Municipal, y el Alcalde, Jaume Llinares, han conocido in situ el proyecto de recuperación de microviñas que la concejalía de Medio Ambiente, regida por Jose Orozco, ponía en marcha el pasado verano en el entorno del Molí dels Moros.
Como indicaba Orozco el 1 de junio, día en que se llevaba a cabo la plantación de las 600 cepas que forman parte de este proyecto piloto de recuperación de microviñas, éste cuenta con la dirección del reconocido viticultor Joan Cascant y la colaboración del ciclo formativo de agroecología del IES alteano Bellaguarda.
“El objetivo de esta plantación de vid es el de contribuir y ampliar la recuperación patrimonial del Molí dels Moros a través de su vinculación con la agricultura y la viticultura”. Ha explicado el responsable municipal de Medio Ambiente y Agricultura.
En palabras de Jose Orozco, “la actuación va más allá de un proyecto puramente ecológico; congrega varios actores clave en el mismo, como es el conocimiento de Joan Cascant, el trabajo y disponibilidad de profesores y alumnos del ciclo formativo de agroecología del IES Bellaguarda y la voluntad del consistorio de recuperar la tradición, patrimonio y cultura local, en este caso agrícola”.
A la cita, además de ha acudido la Comunidad de Regantes; los alumnos del módulo de Agroecología del IES que llevó a cabo la plantación; representantes de la asociación Agrollotja; la familia Armada-Jorro, propietaria de la parcela; Juanvi Martín, historiador y especialista en los tradicionales sistemas de riego; el Presidente de la Junta Rectora del Parque Natural, Joan Piera, entre otras personas vinculadas al mundo agrícola. A todos ellos, el edil ha agradecido su asistencia e implicación en el proyecto.
En el transcurso de la visita, Joan Cascant ha explicado los pormenores de una microviña y el motivo que le llevó a aceptar la proposición del Ayuntamiento para poner en marcha el proyecto. “No sólo se trata de plantar viña, sino de recuperar valor en el territorio. En Altea hay esta voluntad y pensamos que recuperar una plantación tan antigua como ésta, junto al Molí dels Moros, era interesante.” Ha comentado Cascant, quien ha añadido que “la recuperación ha de ir más allá de cuestiones económicas, no sólo se han de buscar variedades estándar, sino variedades que se adapten al terreno y que tengan cosas que contar. Esta es una plantación no sólo agrícola, sino también medioambiental, de sostenibilidad, de cultura, de valor de la persona, de cambio de paradigma. No se hace vino para venderlo en cualquier sitio, sino que se hace vino para aportar valor”.
En cuanto a las variedades de vid plantadas, Cascant ha puntualizado que se ha plantado la variedad “Malvasía”, pero también propone la recuperación de la antigua variedad llamada “Faranná” habitual en nuestro territorio en el pasado.
Concluida la visita, ha tenido lugar una degustación de vino, elaborado por el propio Cascant, basado en la variedad Garnacha Tintorera; una variedad que se ha adaptado muy bien a este territorio, según palabras del viticultor.
Para Joan Cascant, “Un vino ayuda a poder vivir mejor y da prestigio. Creo que Altea podría tener un material como este para expresarse ante su turismo; un turismo que mire la tierra y que respalde a los labradores”.
Finalmente, Cascant ha animado a los presentes a “hacer del territorio un instrumento de vida, comprar producto de proximidad, aunque sea algo más caro, porque esto es invertir en el territorio”.