El alcalde de Altea, Jaume Llinares, y el resto de miembros del equipo de gobierno apoyaron el pasado viernes la concentración que los trabajadores y trabajadoras de Emaús convocaron en la plaza del Ayuntamiento debido a la posible desaparición de esta organización y de los centros que gestiona. Emaús es una organización sin ánimo de lucro que atiende en sus centros de acogida a niños y niñas, mujeres maltratadas, discapacitados psíquicos y ancianos, y que en estos momentos peligra su continuidad debido a la negativa de la Seguridad Social de condonar la deuda de 6 millones de euros que Emaús ha contraído con esta administración. Como han explicado los trabajadores de Emaús la no condonación de la deuda con la Seguridad Social ha hecho imposible que otra empresa se hiciera cargo de los servicios que presta Emaús, y que 300 trabajadores puedan perder su trabajo.
Desde el primer momento que se conoce esta situación de la organización alteana, Jaume Llinares ha confirmado que desde la Alcaldía se están teniendo conversaciones »al más alto nivel», directamente con la Vicepresidencia del Gobierno de la Generalitat Valenciana, encabezada por Mónica Oltra, además de responsable del área de Igualdad y Políticas Inclusivas, con el objetivo de »impulsar una propuesta dirigida a la Seguridad Social para rebajar la deuda contraída por Emaús, porque hay una solución que pasa por la condonación de esta deuda por parte de la Seguridad Social, y sería una cantidad menor si la comparamos con lo que esta administración ha hecho con otras organizaciones, tales como clubes de fútbol».
La situación económica de la organización Emaús presenta unas deudas que superan los 21 millones de euros, de los que 6 se le deben a la Seguridad Social. La situación actual de la organización Emaús »viene de largo», como ha indicado el alcalde, »y hasta ahora no se ha encontrado una solución para darle estabilidad».
El alcalde ha mostrado su preocupación por la situación en la que se ha visto abocada esta organización que presta unos servicios sociales »muy necesarios» no sólo en Altea, sino en otras localidades de la Marina Baixa y Alta. Es por ello que Llinares propondrá una reunión con las alcaldías de todos los pueblos directamente afectados para defender de forma conjunta los servicios que se prestan a todos los pueblos y solicitar al Ministerio la condonación de la deuda.
Esta situación también afecta de lleno a los trabajadores y trabajadoras de los diferentes servicios y por eso, después de la concentración y protesta del pasado viernes, el primer concejal de Altea quiso reunirse con el comité de empresa de Emaús para conocer de primera mano sus demandas y preocupaciones.
Desde la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas han anunciado que se lleva tiempo buscando salidas a esta complicada situación y que »se cuenta ya con un plan para reubicar a todos los usuarios de los centros públicos de menores, discapacitados y mujeres en riesgo de vulnerabilidad que, hasta ahora, residían en centros o viviendas dependientes de Emaús». Además, desde Conselleria aseguran que »ninguna de estas personas quedará en situación de desamparo». En este sentido, el alcalde de Altea traslada un mensaje de tranquilidad a las familias de los usuarios del centro de personas mayores de Boqueres, que al tratarse de un centro privado, no es competencia de Conselleria su realojamiento, »pero trabajaremos y dedicaremos todos nuestros esfuerzos para la continuidad de este servicio en Altea», afirmaba Llinares.