Ayer por la tarde tenía lugar una
nueva actividad del ciclo de presentación de libros, ‘’Altea, llibres a la
tardor’’, que ha organizado la concejalía de Cultura. El Centro Cultural de
Altea la Vella acogía la presentación de la obra »La Penya de l’Ermita del
Vicari», donde se reunieron cerca de 50 personas para conocer esta obra sobre
el arte rupestre y el patrimonio prehistórico en la sierra Bernia. El libro ha
sido coordinado por Virginia Barciela, que estuvo acompañada en la presentación
por el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Altea, Diego Zaragozí y por
Mauro Hernández, Catedrático de Prehistoria de la Universidad de Alicante.
Además del numeroso público también
asistieron a la presentación del libro el alcalde de Altea, Jaume Llinares, así
como otros miembros del equipo de gobierno. Por su parte, Diego Zaragozí
hacía mención a la gran acogida que está teniendo el ciclo, que ayer se
celebraba en Altea la Vella, »donde se realizó esta presentación sobre la
recuperación del arte rupestre y patrimonial de la Sierra Bernia».
La obra está estructurada en
capítulos donde varios especialistas en distintas materias analizan las
pinturas rupestres prehistóricas de La Penya de L’Ermita del Vicari, en el
contexto del patrimonio natural e histórico de la Sierra de Bernia.
Este proyecto es de gran
repercusión, sobre todo a nivel divulgativo y como explicó la coordinadora del
proyecto, Virginia Barciela, »las pinturas se conocen desde los años 90,
pero ahora se han vuelto a estudiar utilizando nuevas tecnologías más precisas
y que afectan menos a las mismas; el estudio también sirve para difundirlas y
protegerlas». En este aspecto Barciela señalaba que »se han instalado
vallas, y se ha acondicionado una senda, además de la colocación de unos
paneles que permiten a la gente visitar el abrigo y conocer las pinturas, ya
que eran conocidas a nivel científico, pero no eran conocidas por la gente de
Altea o los visitantes».
Barciela añadía que »el tipo de
figuras que aparecen representadas en el abrigo nos permite saber que son unas
figuras de los momentos finales del neolítico-calcolítico, de un poco antes del
tercer milenio antes de Cristo, con la representación de figuras llamadas
ídolos bitriangulares, figuras con forma humana, formadas por triángulos».
»Son pinturas que nos aproximan al mundo simbólico de estas sociedades, son
composiciones formadas por elementos simbólicos, pinturas antropomorfas y
motivos con formas de soles y geométricos», concluía Barciela.