Edificación
de alto valor etnológico, al igual que el resto de Ermitas de las distintas
partidas rurales de Altea, la Ermita de Cap Blanch sufría un deterioro en su
estructura, cubiertas y revestimientos exteriores, que hacían necesaria una
actuación urgente. En un primer momento, se impulsaron varias reuniones por
parte del Concejal de Proximidad de las Partidas Rurales, Gregorio Alvado, con
los propietarios del inmueble, llegando a un acuerdo por el cual se cedía la
Ermita y terrenos aledaños al municipio de Altea por un periodo de 20 años.
Este paso inicial era indispensable para poder acometer cualquier tipo de
intervención pública.
En
paralelo, se creaba la ‘Asociación de Amigos de la Ermita de Cap Blanch’,
integrada por los Clavarios de los últimos años de las fiestas de Sant Jaume y
Sant Antoni, así como vecinos de Cap Blanch, con el fin de recaudar fondos para
seguir acometiendo su rehabilitación. Actualmente ya se cuenta con la
colaboración de empresas alteanas como Caixaltea, González Llorens
Hnos,
Autoservicio de la Construcción y Bolo y Baldomero.
Pero
para que cualquier vecino o entidad interesada pueda contribuir por esta buena
causa se ha habilitado el siguiente núm. de cuenta de Caixaltea: 3045 2662
48 2720004216; donde cualquier aportación será bien recibida.
Alvado
ha resaltado que “hemos logrado dar los
primeros pasos para salvar la edificación,
sin la cual la fiesta no tendría sentido” y se ha felicitado de la gran
colaboración encontrada por parte del Ayuntamiento de Altea, empresas y demás
ciudadanos, así como la sensibilidad mostrada por los propietarios de la ermita
y que a día de hoy ya está permitiendo su restauración.
Recordar que el propio Gregorio Alvado ostenta este año el
honor de encabezar como Clavario a la comisión de fiestas de Sant Jaume y ha
asentido que “con el ritmo al que van las
obras y el empeño puesto por los voluntarios en la rehabilitación no me cabe
duda que, en breve, podremos volver a ver la Ermita con todo el esplendor que
siempre la ha caracterizado”.
