La concejal de Agricultura, Carolina Punset; el Presidente de la Cooperativa Agrícola, Francisco Devesa y el Técnico de la entidad, Miquel Aznar, han procedido a la entrega de las primeras semillas recuperadas en el Banco de Semillas. Simientes que se han entregado a los huertistas de los Huertos Urbanos y también a los responsables de los Huertos Escolares; así lo ha dado a conocer la edil de área, quien ha hecho hincapié en los objetivo que le llevó a poner en marcha, junto a la Cooperativa alteana, el proyecto del Banco de Semillas y que no es otro que el de “recuperar y multiplicar las semillas autóctonas, adaptadas al entorno y que tienen mejor sabor y resistencia, evitando así la desaparición de variedades procedentes de la Marina Baixa”.
Además de la recuperación de estas semillas autóctonas, la creación de este banco de semillas va a permitir “estudiar el comportamiento de las diferentes especies, la catalogación de fenotipos y el comportamiento ante plagas y enfermedades”, ha concretado la edil de Agricultura. Una vez conseguida la recuperación de estas semillas autóctonas, se procederá a la distribución de las mismas a todos aquellos agricultores que lo soliciten, así como a los responsables de los huertos urbanos y escolares; dos de los proyectos puestos en marcha por la concejalía de Agricultura durante el pasado año.
Carolina Punset ha expuesto que “la principal razón que nos movió a crear el Banco de Semillas es que Naciones Unidas determina que el 90% de las variedades agrícolas de semillas se han perdido durante el s. XX por el uso de la agricultura intensiva, que ha sustituido la mayor parte del uso de las semillas tradicionales”. En este sentido, y según ha comentado Francisco Devesa, “se trata de semillas que estaban casi a punto de desaparecer y que han sido recuperadas gracias a que las personas que las conservaban las han cedido a la Cooperativa para que podamos recuperarlas y ahora las repartimos entre los agricultores para que se multipliquen”. Devesa ha explicado que los frutos de estas semillas recuperadas tienen más sabor que las que se comercializan para la agricultura intensiva, pero que el número de frutos que producen es menor; “por lo tanto para el autoconsumo nos parecen apropiadas ya que proporcionan una alimentación más sana en la que se aprovechan más los nutrientes y podemos saborear estas frutas y hortalizas tradicionales”.
Francisco Devesa ha calificado de “muy acertada” la idea de crear un Banco de Semillas Autóctonas y ha deseado que se vaya extendiendo el proyecto de los Huertos Urbanos “porque así se recuperaría la imagen de principios del S.XX hasta los años 60’ en la que la mayor parte del campo alteano estaba cultivado de hortalizas”.
Finalmente, el técnico de la Cooperativa Agrícola de Altea, Miquel Aznar ha desvelado que se han podido recuperar 35 variedades, entre las que se encuentran distintos tipos de judías, tomates, melones, calabazas, sandías, pepinos, habichuelas, guisantes, pimientos, maíz y calabacín. “Para la recuperación de estas semillas hemos trabajado con semillas que nos han cedido gratuitamente, algunas de ellas muy viejas y mal conservadas, pero sólo en un caso se nos ha dado una germinación del 0%, en resto hemos conseguido sacar un gran número de semillas”, ha manifestado Aznar; quien ha pormenorizado que “se ha utilizado una parcela de 600m2 al que sólo se le ha aplicado fibra de coco en las líneas de plantación y 1KG de estiércol de ovino extensivo procedente del término municipal de Altea. Lo único que se ha destinado es un sector de riego único en el que sólo se aplicaba agua para intentar llevar un modelo de cultivo ecológico. En cuanto al tema de plagas no se ha actuado para estudiar el comportamiento de las distintas especies sobre las plagas para ver cuáles son más sensibles a las mismas. El único caso en el que hemos tenido que actuar ha sido en los tomates, que hemos trabajado con trampas de feromona, para captura masiva y control de la población y tratamiento semanal alternado con productos autorizados en la agricultura ecológica”.
