Ante la suspensión de la Sesión Plenaria prevista para el día de ayer y tras las declaraciones del Grupo Municipal Popular, el Alcalde, Andrés Ripoll ha adjetivado la actitud del edil Miguel Ortiz, quien anunció que su grupo impugnaría el Pleno, como “una rabieta porque como no le salió lo que él quería, que era tratar el tema del IBI que ni siquiera estaba en el orden del día, pues decidió impugnar la convocatoria del Pleno que estaba hecha de forma legal, con tres días de antelación y después de llegar a un acuerdo en Junta de Portavoces”. “Creo que se ha dado a conocer, respecto a los demás grupos políticos, porque después de hacer una reunión de la Junta de Portavoces, a la cual asistió él en vez de la Portavoz del Partido Popular, se quedó de acuerdo en una cosa y estableció la rabieta de Ayer. El resto de grupos se darán cuenta de quién es Miguel Ortiz que nos va engañando muchas veces”, ha añadido Ripoll.
El Alcalde ha explicado que “se trataba de un pleno legal, pero que por celebrarse en esta fecha tenía que ser extraordinario, no tenía que tener actividad de control, pero como acordamos los portavoces que la hubiera, así lo hicimos”. “Creo que al final, el gran dictador no soy yo como me acusan. Ni siquiera quise eliminar la actividad de control y ahora se convocará a final de mes como si fuese un Pleno Ordinario en el que habrá ruegos y preguntas y si las hacen concisas no tendré ningún problema en admitirlas ya que no tengo nada que esconder”, ha declarado el primer edil alteano.
“El PP no quiere adaptarse al reglamento si no que pretende organizar las cosas como ellos quieren y eso no puede ser”, ha apuntado Andrés Ripoll, quien acusado de nuevo al Grupo Municipal Popular de querer obstaculizar la acción de Gobierno y ha puesto como ejemplo los contenciosos contra la auditoria y el derecho a la información mediante la obtención de fotocopias.
El Alcalde ha concluido su intervención haciendo público lo que según él es una anécdota: “ como estamos hablando de anécdotas, el PP tanto que dice preocuparse por el pueblo de Altea, una de las primeras cosas que preguntaron es si ese Pleno se cobraba o no se cobraba”.
