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El pasado jueves 21 de febrero, durante el transcurso de las obras de repavimentación viaria y mejora de los servicios de abastecimiento de agua en el Camino del Pontet, tuvo lugar un hallazgo arqueológico. La excavación de una zanja para la instalación de una tubería de agua potable en la intersección entre el Camino del Pontet y la Avenida de Valencia, dejó al descubierto en su sección los restos de una pieza de piedra caliza muy bien trabajada y con forma cilíndrica.

El Ayuntamiento de Altea, a través de los servicios de Arqueología de la concejalía de Urbanismo, una vez al corriente de las circunstancias de este hallazgo, han procedido a la documentación y la recuperación de este elemento que ha resultado tratarse de un antiguo ‘rugló’ (piedra cilíndrica usada para allanar una superficie), utilizado para batir a las eras.

Los trabajos para la documentación y la retirada de esta pieza, efectuados por el arqueólogo municipal y personal de la empresa concesionaria de la obra contratada por la concejalía de Infraestructuras (Aglomerados Los Serranos S.A.), han consistido en una ligera ampliación de la zanja. El desarrollo de estas tareas, que tuvieron lugar a primera hora de la jornada de ayer, sacaron a la luz un segundo fragmento de piedra que, a través de un primer análisis, se ha podido determinar que formaría parte de la misma pieza detectada inicialmente durante los trabajos previos.

Según el arqueólogo municipal, Pedro Jaime Zaragozí, ‘’además de este elemento que apareció fragmentado en dos partes, se ha podido documentar una estructura formada por la presencia de varias piedras alineadas y unidas en seco. Esta estructura se ha interpretado como un antiguo margen que funcionaría como linde entre el Camino del Pontet, uno de los más antiguos del pueblo, y las casas adyacentes, un muro que parece haber quedado fosilizado en las fachadas de algunas de estas casas’’.

En cuanto al ‘rugló’, explica, ‘’estos elementos han sido utilizados tradicionalmente, hasta mediados del siglo XX, para prensar y mantener planas las eras de batir, donde se desarrollaban trabajos de molienda y trillado del grano del trigo. Esta pieza, unida por sus extremos perforados en una estructura de madera, sería arrastrada por un mulo haciéndola rodar por la superficie de la era’’.

Siendo así, esta pieza guarda un gran valor histórico y etnológico con respecto a la agricultura tradicional y las costumbres ligadas a la elaboración del trigo. ‘’Es por este motivo, -explica la concejala de Urbanismo, Imma Orozco-, por lo que el Ayuntamiento de Altea ha mostrado un gran interés en el estudio y la recuperación de esta pieza, ya que es un claro ejemplo de la importancia que debe tener la recuperación y la protección de nuestro patrimonio cultural que muchas veces se nos muestra a través de obras y remociones del terreno y que no es más que un ejemplo de la gran riqueza cultural, histórica y arqueológica de la que cuenta el pueblo de Altea’’.

Orozco considera que este hallazgo ‘’es un buen ejemplo de cómo un hecho así no obstaculiza el curso de unas obras ni públicas ni privadas. En este caso, han sido unas pocas horas de trabajo; y en el caso de particulares es fundamental que tengan claro que debe darse cuenta de este tipo de hallazgos. Desde el Ayuntamiento les facilitaremos que no suponga un obstáculo para el transcurso de los trabajos’’.

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