Tras la firma del acta de recepción de las obras, que tenía lugar el pasado viernes, el campo de fútbol de Altea la Vella ya se encuentra de nuevo en disposición de ser utilizado; así lo ha dado a conocer el edil de Deportes, Pere Barber.
Barber ha explicado los pormenores de la mejora que ha durado varios meses y cuyo coste asciende a 80.000€. “Se ha aprovechado esta obra para instalar nuevos aspersores subterráneos y evitar así actos de vandalismo y problemas a los usuarios del campo. También se ha reparado una fuga de agua que había en las canalizaciones del riego del campo”.
Además, Barber ha explicado que “se instalaron nuevas banquetas para suplentes y entrenadores, pero el fuerte viento sufrido semanas atrás los estropeó y estamos esperando la valoración del seguro para su reparación; aunque ya se han hecho trabajos para que se puedan utilizar mientras llega ese momento”.
“Se ha homologado el campo por parte de la Federación de fútbol y árbitros. Se ha homologado para partidos oficiales diurnos y, también, nocturnos, lo que hasta ahora no era posible ya que el campo no estaba homologado para hacer partidos de noche”; ha apuntado el responsable municipal de Deportes.
Pere Barber se ha manifestado ilusionado y satisfechos ante la conclusión de las obras y recepción de las mismas; «por fin ha llegado un día que esperábamos desde hace mucho tiempo, desde hoy el campo de fútbol de Altea la Vella vuelve a estar operativo. Después de varios meses de trabajos, obras y mejoras, ya podemos dar por terminados todos estos trabajos y nos ponemos a trabajar para dotar de actividad este espacio.”
El edil ha querido aclarar que “lo que se ha hecho en el campo de fútbol es una obra de mínimos para poder poner el campo de nuevo en funcionamiento y que pueda volver a ser utilizado por toda la ciudadanía que lo desee». «Esta obra no soluciona los problemas del subsuelo que sufre el complejo deportivo Juan Montiel, aunque si que se ha tenido en cuenta esto a la hora de realizar la obra; se ha impermeabilizado con mucho cuidado la zona ocupada por el campo de fútbol para que se filtre el mínimo de agua posible y se le ha dado la pendiente necesaria para que el agua de riego o lluvia se dirija hacia los desagües laterales y no se quede estancada sobre el campo”. Ha concluido Pere Barber, concejal de Deportes del Ayuntamiento de Altea.
