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El Alcalde ha coordinado una reunión con todos los departamentos implicados para definir las actuaciones necesarias para frenar su proliferación

Hace meses que el Ayuntamiento lucha contra la proliferación de los vertidos incontrolados en algunas zonas de nuestro pueblo porque, en palabras del Alcalde, Jaume Llinares, “la limpieza es una de las cuestiones más importantes en la gestión de un pueblo y, a pesar del esfuerzo que se está realizando y que sí que está teniendo resultados positivos en el estado de las calles, los puntos negros han ido creciendo de una manera muy preocupante para nosotros”.

Para encontrar una solución a este problema, es necesario coordinar el trabajo de diferentes áreas y por eso estuvieron presentes el concejal de Infraestructuras, Roque Ferrer, la concejala de Urbanismo y delegada de la PDM, Imma Orozco, el responsable de la Policía, Vicente Ripoll, y la de Medio ambiente, Beatriu Nomdedeu.

Según la concejala responsable de la PDM, que es quien tiene encomendada por parte del Ayuntamiento la realización de este servicio, “desde la Pública, hemos incrementado el personal y la frecuencia de limpieza de los puntos negros al tiempo que hemos introducido mejoras materiales y se ha comprado un camión más para poder hacer el trabajo más eficientemente, de acuerdo con las exigencias que nos marca el Ayuntamiento y que asumimos como propias”.

Por eso, a pesar de que la encomienda que fue aprobada en 2012 partía con menos personal que cuando lo gestionaba FCC y no contemplaba mejoras, se ha pasado de tres días de repaso de los puntos negros a hacerlo todos los días con dos personas destinadas a tal efecto. Además, se ha adquirido un camión grúa con pulpo para facilitar el trabajo a los operarios y hacerlo más ágil. Orozco ha aprovechado para recordar que la ciudadanía cuenta con el teléfono de contacto 966881903 para coordinar con la PDM la recogida de aquello de lo que necesitan desprenderse. Además de la posibilidad de dejarlo en un contenedor próximo a la vivienda, y como medida transitoria mientras Altea cuenta con un ecoparque, también se abre la posibilidad de depositarlo directamente en las instalaciones municipales de la Partida Cap Blanc. De ese modo, argumenta “podremos organizar mejor el servicio. Si se deposita sin avisar, se rompen todas las previsiones”.

Sin embargo, como explica Jaume Llinares, la solución no pasa sólo por la empresa que tiene encomendado este servicio. El diseño del servicio, que depende de Infraestructuras, la vigilancia policial y las consecuentes sanciones, la implicación de Medio ambiente a través del guarda rural o el trabajo del departamento de Urbanismo para encontrar lugares donde poder ubicar un ecoparque a corto plazo, son esenciales.

Como recordarán, explica la concejala Urbanismo y PDM, “existe un terreno pendiente de gestión en el Plan Parcial Montahut destinado a ecoparque pero, a pesar de los esfuerzos del Ayuntamiento para agilizar esta tramitación, no podremos disponer de él a corto plazo”.

Así, aparte de mantener el nivel de exigencia en la PDM, el equipo de gobierno se ha marcado dos cuestiones como prioritarias: la modificación de la ordenanza de convivencia para poder hacer efectivas las sanciones a aquellas personas que de una manera absolutamente incívica incontroladamente toda clase de desechos y por otra, encontrar una parcela próxima al núcleo urbano que pueda albergar a corto plazo este ecoparque.

Por último, el Alcalde apelaba a la conciencia ciudadana: “nosotros estamos determinados a acabar con los puntos negros pero hace falta que la ciudadanía tome conciencia de que su colaboración es imprescindible para tener éxito en este propósito que lo que pretende es mejorar la imagen de nuestro pueblo y la calidad de vida de las personas que vivimos en él”.

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