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La concejalía de Ciclo Hídrico, encabezada por Roque Ferrer, ha presentado un estudio sobre la situación hídrica de Altea que se encuentra en periodo de sequía desde 2014. Como ha señalado el concejal del área, »una de las consecuencias de la sequía es la creación y planteamiento de nuevas herramientas e infraestructuras, para minimizar los gastos de agua, y en esa línea estamos trabajando desde la concejalía».
»Estamos viviendo el año con menos pluviometría de los últimos 50 años. Este año es el tercer año de sequía y es el de mayor dureza por el agotamiento de los recursos hídricos sobre todo propios, es decir, subterráneos», afirmaba el concejal. Roque Ferrer ha explicado el histórico de los 50 años que se ha elaborado para el estudio de la situación hídrica de Altea, »donde vemos que se repite un patrón similar que es 10 años de pluviometría normal y 2 períodos de sequía severa consecutivos seccionados por un año de pluviometría generosa». El estudio indica que la evolución de los recursos subterráneos han seguido una progresión muy parecida a la de 2015, a pesar de la menor pluviometría, esto ha sido debido a la decisión de reservar estos recursos propios durante el invierno.
Roque Ferrer ha hecho mención también a las dificultades del verano de 2016, »la incertidumbre de la conducción Rabasa-Fenollar-Amadori, la cual servirá para abastecer a Alfaz y aparte de Altea; el probable aumento del abastecimiento; el agotamiento de las fuentes naturales, es decir, los pozos; y sobre el sector agrícola, indicar que es el más perjudicado porque los regantes utilizan las aguas residuales, tratadas para potenciar su calidad y poder ser reutilizadas y éstas dependen, mientras no llueva, del consumo de agua potable de la población. Con la ventaja de que este año se han desinfectado para reducir a parámetros de E.coli aceptados por R.D. 140/2003 donde se establecen los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano».
El estudio también hace una comparativa de los consumos 2015-2016 entre poblaciones de la Marina Baixa, y refleja que Altea es el único municipio de la comarca, con conexión al abastecimiento del Consorcio, que ha reducido su consumo en el 2016 respecto a 2015, a pesar de haber incrementado su afluencia turística. En este sentido Roque Ferrer ha hecho un balance muy positivo del trabajo realizado desde la concejalía de Ciclo Hídrico. »Es un resultado fruto, fundamentalmente, de la labor de la concejalía de Ciclo Hídrico, cabe recordar al respecto la aprobación de una ordenanza reguladora de medidas excepcionales aplicables al abastecimiento de agua en caso de sequía; hemos fijado, mediante decreto, un límite de consumo en el ámbito de la distribución y gestión de APOBERSA y desde la pasada primavera estamos difundiendo una campaña de concienciación y uso responsable del agua en colaboración con la concejalía de Comunicación».
El estudio concluye con una doble vertiente respecto a la previsión de futuro del abastecimiento de agua. Por un lado, trata un posible escenario pesimista donde, si no llueve de aquí al próximo verano, el agua del Consorcio está garantizada hasta finales 2016, con el presupuesto vigente y en el otoño debería solicitar un aporte externo de 5 Hm3 de agua para iniciar el año 2017 y llegar al próximo verano. Por otra parte, el escenario optimista supondría que si llueve antes de acabar el año, con las previsiones vigentes, está garantizado el abastecimiento.

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