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Estimados compañeros de la oposición, entiendo que debéis de estar con mucha falta de argumentos cuando vuestra crítica al equipo de gobierno se basa solamente en apreciaciones partidistas y siempre cargadas de falsedades. Esta última criticando la modificación de los despachos de los grupos políticos merece contestación. Obviamente, las obras cuentan con una dirección técnica y no tenía ningún sentido demorarlas a agosto cono exige el PP.

Pero, hablemos de hechos, de por qué eran necesarias estas obras y expliquemos a la ciudadanía esa necesidad. Actualmente contamos con:

Una sala de juntas de aproximadamente 16 m2. Este es uno de los espacios más utilizados del Ayuntamiento, donde atendemos a todas las asociaciones locales y tienen lugar las reuniones de Junta de Gobierno, las Comisiones Informativas, los diferentes Consejos Locales. Y, claro, cuando somos más de una docena de personas, no cabemos.

  • El despacho actual del PP, de unos 31 m2
  • El despacho del PSPV de 19 m2
  • El despacho de Comproís de 25 m2
  • Y El despacho de Cipal de 19 m2

Tras los resultados electorales, hay un partido político más con representación en nuestra corporación y, por tanto, falta un despacho. Altea amb Trellat está utilizando el despacho de Compromís, que se lo ha cedido temporalmente.

Ante esta situación, lo que el PP pretendía era mantener su privilegiado despacho, que hubiera un grupo político sin despacho propio y que se continuaran manteniendo todas las reuniones en una sala de juntas que se queda pequeña en la mayoría de convocatorias.

La reforma de despachos que se está ejecutando dejará:

  • Una sala de juntas de 36 m2 (antiguo despacho PP + entrada)
  • Un despacho técnico de 16 m2 (antigua sala de juntas)
  • Por último, 5 despachos agrupados, en la misma zona, para los grupos políticos que tienen una superficie entre 10 y 15 m2.

Entendemos que los grupos políticos nos tenemos que adaptar y repartir el espacio existente, más teniendo en cuenta que muchos tienen local propio y podrán utilizar la sala de juntas cuando lo necesiten.
Ganamos una magnífica e imprescindible sala de juntas de uso común, un despacho para las concejalías y un despacho más, que necesitábamos para los grupos políticos. No es cuestión de desahuciar nadie sino de desmontar mentiras. Es cuestión de trabajar con cordura, justicia y criterio.
Jaume LlinaresAlcalde de Altea

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