El concejal de Ciclo Hídrico, Roque
Ferrer, se reunía ayer, 12 de mayo, con los presidentes de las diferentes
comunidades de regantes de Altea y Altea la Vella para tratar el control de la
bacteria Escherichia Coli y ajustarlo por debajo de los parámetros máximos que
contempla la ley. Una reunión a la que también asistieron la concejala de Medio
Ambiente, Bea Nomdedeu; el representante del Consorcio de Aguas de la Marina
Baixa, Jaime Berenguer; la gerente de la EDAR de Altea, María Rosa Chico y José
Miguel Vañó, responsable de la empresa gestora de la EDAR.
Roque Ferrer informó de los problemas
que suponen para los regantes tanto la bacteria de Escherichia Coli como los
sulfatos implícitos en el agua depurada que es reutilizada para abastecer a los
regantes y que afecta directamente a su cultivo, una problemática a la que hay
que dar una solución y que, según afirma, pasa para desinfectar las aguas
depuradas, lo que supone una preocupación para el Ayuntamiento de Altea si se
lleva a cabo clorando el agua y se ha instado a la empresa responsable de la
gestión de la EDAR la viabilidad de dosificar el hipoclorito
estequiométricamente según la norma, para evitar problemas medioambientales.
El responsable de la empresa de gestión
de la EDAR, José Miguel Vañó, informaba de que nuestra depuradora es de
tratamiento secundario y hacía referencia al Real Decreto 1620 donde se
establece el régimen jurídico de reutilización de aguas depuradas y el
parámetro límite de E. coli, entre otros, lo que hace necesaria la cloración
del agua tal como se viene haciendo en otras localidades.
La cloración de las aguas tiene un
coste inicial para este año de unos 30.000 euros, en el que se tiene en cuenta
el coste de la instalación, ya que sería la primera vez que se lleve a cabo en
la planta de Altea y que se financiaría con el canon que los pueblos usuarios
ya abonan y no supondría ningún incremento del citado canon.
Jaime Berenguer, del Consorcio de
Aguas, destacó que el agua clorada tienen todas las garantías sanitarias y
medioambientales. Además dejó patente que en las localidades vecinas de
Benidorm y Villajoyosa ya se está utilizando este sistema.
Berenguer también ha querido mencionar
que Altea tiene una ventaja respecto a otras localidades ya que el agua de la
EDAR tiene una alta calidad de base porque las aguas depuradas son de uso
doméstico y no de industrias, por lo que una cloración acabaría con el problema
de E.coli que tan perjudicial puede ser para la salud.
Roque Ferrer ha querido concluir la
reunión informando que el Ayuntamiento está en permanente contacto tanto con
las comunidades de regantes como con el Consorcio de Aguas y la EDAR, a la que
le requerirá la desinfección del agua de riego para dar la mejor solución a
nuestros agricultores, que son quienes ceden sus aguas blancas, sobre las que
tienen derechos adquiridos, para el consumo doméstico de la población.
