En el último pleno se aprobó una
ordenanza para regular medidas excepcionales que afectarían al abastecimiento
de agua, en el caso de establecerse el escenario de emergencia por sequía, es
decir, la fase extrema o cuarta.
A día de hoy, el contexto vigente
es el de alerta o fase tercera, justo el que precede al escenario de
emergencia. Por lo tanto, si no llueve con rigor de aquí al verano
previsiblemente se establecerá el estado de emergencia con una elevada
probabilidad.
La decisión de aprobar la
ordenanza para aplicar medidas excepcionales en caso de sequía, se ha tomado
para priorizar el abastecimiento de agua potable. Por un lado, para anticiparse
a posibles restricciones y evitar cortes, frente a un escenario de dificultad
y, por otro lado, soslayar la alarma social que cita y fomenta el Partido
Popular que sí perjudicaría al sector turístico así como a los residentes del
municipio.
Es una herramienta que nos
permitiría anticiparnos a males mayores, basándonos en parámetros como el
consumo promedio por abonado que se establece en 11.66 m3/mes, el
cual nos sirve de referencia para establecer mediante Decreto la cuantificación
de consumo máximo por abonado. Lo que se pretende evitar son los abusos en el
consumo de los recursos hídricos, que en algunos casos están muy por encima de
la media aritmética, como los casos intolerables de más de 100 m3/mes
de algunos abonados que evidencian el mal uso de los recursos hídricos para
abastecer suministros que no son básicos. A partir de la cifra de referencia
aprobada por decreto, se procederá a sancionar esos usos abusivos que van en
detrimento de garantizar el suministro para usos básicos de la población. Para
ello se empleará la lectura del preceptivo caudalímetro homologado y se
establecerá un período de alegaciones.
Se ha tomado esta medida en
Altea, a diferencia de otros municipios de la Marina Baixa, que sólo se
abastecen de agua del Consorcio, porqué nuestro municipio tiene la singularidad
de abastecerse a través de un sistema mixto, es decir, de varias fuentes
hídricas que no todas son tan garantes ni tienen un protocolo de sequía como el
Consorcio.
Lamentablemente, la preocupación
del Partido Popular no es que se garantice el suministro de agua para usos
básicos de los vecinos de Altea a través de la concienciación del uso racional
de este recurso básico, como sí pretende este gobierno con esta herramienta. “Nosotros,
al contrario que el PP, tenemos claro que no debemos permitir usos accesorios
como el llenado de piscinas o el riego de grandes superficies ajardinadas con
agua potable cuando estamos sufriendo un período de sequía tan prolongado.
Debemos concienciar a nuestros conciudadanos y a las personas que nos visitan
en época estival de la necesidad de hacer un uso responsable del agua. Por
ello, la actitud del PP nos parece absolutamente irresponsable”.
