En el marco de las Jornadas de Biocontrol de
Plagas, integradas por científicos de la Universidad de Alicante, el Instituto
de Ciencias Agrarias, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
y la Escuela de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid,
se desarrolló una charla teórica y una visita de campo al proyecto agrícola
alteano.
Los científicos que se trasladaron desde varias partes de la geografía
española son expertos en control biológico de plagas de cultivos protegidos y
estaban muy interesados en comprobar el funcionamiento del control biológico en
cultivos al aire libre, sin invernaderos.
“A raíz del proyecto Residuo Cero que iniciamos junto a la Cooperativa
Agrícola en la anterior legislatura Altea cultiva un tercio de su huerta, más
de 60 hectáreas sin herbicidas ni plaguicidas”, comentó la que entonces era concejala del área de Agricultura Carolina
Punset, que les dio la bienvenida.
“El cultivo sin plaguicidas ni herbicidas es el paso previo a un cultivo
ecológico certificado, este es el objetivo que nos gustaría alcanzar, y en
Altea se dan las condiciones necesarias para que los agricultores puedan
diferenciar su producción y llegar a comercios de canal corto con cítricos de
calidad y con valores de protección del entorno añadidos” explicó el actual concejal de Medioambiente y Agricultura de CIPAL Miguel
Ángel Capilla.
Cultivar en Residuo Cero no sólo evita
contaminación ambiental porque se dejan de usar productos fitosanitarios sino
que además contribuye a dar un valor añadido al producto para que el agricultor
pueda percibir un precio en el mercado más digno por su producción. De hecho en
la Cooperativa Agrícola de Altea, sociedad en cuyo seno se ha desarrollado el
proyecto, la naranja Residuo Cero está mejor retribuida que la convencional, al
estar libre de riesgos derivados de residuos plaguicidas.