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Para cumplir ese objetivo, los cambios legislativos son constantes y de todo orden en Altea desde que la concejala Carolina Punset asumió su cargo, hace más de un año. Este mes se propuso al Pleno -que lo aprobó por unanimidad- la ampliación de la parcela mínima de los sectores que quedan por desarrollar en la Sierra, duplicando los 800 metros cuadrados, establecidos hasta la actualidad.

Las zonas que quedan por construir en la Sierra de Altea son áreas de especial protección ambiental (Zonas LiC y Red Natura 2000). Tienen todas sus edificabilidad previamente asignada, por lo que es imposible evitar que se edifiquen en el futuro sin incurrir en responsabilidad indemnizatoria. La mayor parte se encuentra con las vías de acceso y las infraestructuras realizadas, pero sin parcelar ni edificar. Sin embargo, tarde o temprano, serán zonas edificadas, por lo que Punset ha explicado que “ampliando en esas zonas la parcela mínima, conseguiremos una mayor integración ambiental de las viviendas, un menor impacto paisajístico porque se conserven más zonas libres de edificación, así como viviendas de mayor calidad, que son las únicas que todavía mantienen un nicho en el actual mercado inmobiliario”.

“Hasta ahora la parcela mínima era de tan solo 800 metros cuadrados, lo cual produce una apantallamiento de las distintas edificaciones que se suceden sin espacios libres y sin zonas verdes entre ellas. La sensación de abigarramiento y exceso de cemento es llamativa. No es posible arreglar lo que ya está hecho, pero sí que era urgente y necesario mejorarlo para futuros y nuevos desarrollos aprobados hace años y todavía no construidos. Modificar la normativa urbanística es un trabajo largo e ingrato porque los efectos no son visibles a corto plazo, pero resulta absolutamente imprescindible abordar esta labor que hasta ahora nadie había hecho, para garantizar que conservaremos Altea en el futuro tal y como nos gusta a todos”, concluyó la concejala de Urbanismo.

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