El concejal de Presidencia, Jesús Ballester, ha confirmado que este año volverá a realizarse el Castell de l’Olla, “que se ha salvado en un último suspiro”, tal y como ha señalado el concejal, “ya que este equipo de gobierno entendió, desde el primer momento, que el Castell de l’ Olla significa promoción turística, fuente de ingresos para hostelería, hospedaje, y comercio en general”. Asimismo, Ballester ha subrayado que “está fuertemente arraigado entre nuestros vecinos y marca en el calendario ese sábado mágico de agosto, para poder disfrutar de uno de los mayores espectáculos pirotécnicos de toda España”. Para explicar todo el proceso de reuniones que se ha llevado a cabo durante los últimos meses, con el objetivo de salvar el Castell, el edil ha recordado las “innumerables negociaciones con responsables de la Diputación de Alicante, de la Generalitat Valenciana, diputados nacionales y otros tantos implicados en el mundo de la cultura, el turismo, etc, y que han recogido la sensibilidad y el apoyo económico que permitiera la posibilidad de realizar el Castell de l’ Olla, y aún así seguía siendo insuficiente”. En este sentido, Ballester ha hecho hincapié en que “estamos inmersos en una profunda crisis, los presupuestos se recortan día a día y el Castell no es sólo pólvora. También es seguridad, limpieza de antes y de después, accesos balizados, grúas que colocan plataformas, servicios de socorrismo, limpieza de fondos marinos, aseos portátiles, torres de luz y un innumerable goteo de actividades que elevan el presupuesto a más del doble del coste de la pólvora. Y colaboración, mucha colaboración de personas que desinteresadamente sienten el Castell como propio y sin los cuales esto no sería posible”. Por todo ello, el equipo de gobierno y Cofradía se han reunido en varias ocasiones, buscando fórmulas que permitieran que 25 años de Castell de l’Olla no fueran sólo recuerdo y pasado. Según ha explicado el edil, en el trasfondo de esas reuniones surgía la pregunta de si el Castell genera miles de euros en restaurantes, chiringuitos, hoteles y comercios, “cómo es posible que una pequeña parte de estos ingresos no repercuta en su realización”. “Si otras comisiones festeras hacían caja y sufragaban su fiesta de las barras que montaban el día del Castell, ¿por qué no iba a ser el Castell quien se nutriera de estos ingresos?, y así ha sido”. Como conclusión, “a día de hoy se han mantenido negociaciones con empresas dispuestas a montar el día del Castell, pagando un cánon de hasta 5.000 euros y seguimos negociando porque el Castell va a sobrevivir gracias a sí mismo y al trabajo de un equipo de gobierno y una Cofradía del Castell de l’ Olla que siempre han creído en su futuro”.