La concejalía programó además una visita a una explotación agrícola en Alzira
La concejalía de Agricultura que dirige Carolina Punset organizó un curso sobre agricultura ecológica al que asistieron más de 60 alumnos. Punset ha indicado que “ha sido éste un curso muy intensivo con gran cantidad de contenidos específicos sobre la manera de cultivar la tierra sin afectar al medio ambiente, una forma de tratar la agricultura que, a pesar de parecer muy innovadora, representa una vuelta a la manera tradicional de utilizar el ciclo biológico natural de la tierra para producir sin dañar el ecosistema”. Temas como el suelo, su fertilización, la diversidad vegetal, el control y manejo de plagas o la comercialización de los productos ecológicos así como la filosofía de la ecología fueron desglosados durante intensas sesiones por los 6 profesores asistentes. De este manera y aunque inicialmente estaba prevista la participación de unas 15 o 20 personas en el curso, la organización ha superado las primeras expectativas y hubo un momento en el que estaban apuntados más de 70 interesados en este modo de cultivo. Las 40 horas lectivas finalizaron el pasado sábado con un visita a una explotación agrícola en Alzira, en la que los alumnos pudieron comprobar in situ cómo ingenieros agrícolas de la Consellería de Agricultura cultivan los cítricos de forma ecológica.
Miembros del Comité de Agricultura Ecológica perteneciente a la Consellería en Valencia expresaron su sorpresa por el gran interés que ha suscitado este curso en Altea, con récord en participación en la Comunidad. La organización ha sido financiado en su totalidad tanto por el Ministerio de Agricultura como por el Fondo Social Europeo.
La concejala de agricultura, Carolina Punset, cuyo partido CIPAL, impulsó la creación de esta concejalía inexistente hasta ahora en Altea, se ha propuesto desde el comienzo de la legislatura, “promover de diversas maneras el cultivo de las tierras y su mantenimiento, así como conseguir la rentabilidad de los productos que de ella se derivan para mantener esta bella profesión tan arraigada en Altea y además, evitamos así el abandono y venta de los campos que tanto perjudican al paisaje, a la economía y al medio ambiente.”
