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En el Centro Social de Altea se está llevando a cabo un curso de Teatro, impartido por uno de los grandes directores españoles, José Francisco Tamarit. Como él mismo ha explicado, es un curso tanto para profesionales como para gente amateur, ya que “yo considero que la preparación para el actor profesional y para el amateur es la misma”. En estos momentos son 8 los alumnos con los que cuenta el curso, pero aún está abierta la inscripción y éste se desarrolla los lunes de 20 a 22:00h.


La presentación del curso ha corrido a cargo de la Concejal de Bienestar Social y responsable del Centro Social, Gemma Córcoles y del propio Tamarit. Córcoles ha detallado el amplio y destacado currículo profesional de Tamarit; así como ha invitado a los alteanos y amantes del teatro a participar en este curso.


Por su parte, Tamarit ha explicado las líneas que sigue el curso y que van desde Interpretación e Improvisación, hasta  Historia del Teatro, pasando por muchas otras asignaturas que el actor debe dominar, como son la dicción y la expresión corporal. “El objetivo de este curso no es otro que acercar a la gente que esté interesada en el teatro. Sirve tanto para gente que se quiera dedicar profesionalmente al teatro como a aquella que quiera ser un buen actor amateur”, ha puntado el Director Escénico.


“Todos estos conocimientos, unidos a la ilusión y empeño del que quiere ser actor, hacen que llegue a conseguirlo”, ha concluido José Francisco Tamarit.



José Francisco Tamarit


Nacido en Valencia, cursa estudios superiores y Arte Dramático en el Conservatorio de Valencia, consiguiendo en cada uno de los tres cursos la calificación de sobresaliente. Premio extraordinario de declamación por unanimidad.
Título de Licenciado en Arte Dramático por el Ministerio de Educación y Cultura. Cursos de recitación poética en la escuela «Agrupación Literaria Amigos de la Poesía», consiguiendo el título y diploma de máxima calificación.
Inicia su carrera profesional como actor en la compañía de Doña Lola Membrives. Por asuntos familiares abandona la escena durante algunos años y cuando vuelve lo hace ya como director del Teatro Español Universitario de Valencia, cargo que ocupa durante dos años y donde realiza los siguientes montajes: «Los árboles mueren de pie», de Alejandro Casona. «Tres pasos de comedia», de Lope de Rueda. «Su esposo», de Bernard Shaw. «El Túnel», de Paer Lagervist. «Marramiau», de Edgard Neville. «La barca de Caronte», de Juan Alonso Gil Albors. «A media luz los tres», de Miguel Mihura. «La cigüeña dijo sí», de Carlos Llopis.
Simultanea estas actividades con innumerables recitales poéticos por los más prestigiosos Centros Culturales y Ateneos de toda España. A los dos años de esta actividad es nombrado Director del Teatro de Cámara de Valencia, cargo que desempeña hasta su llegada a Madrid. Como director del mencionado Teatro de Cámara de Valencia, dirigió las siguientes obras con la compañía titular: «Pilatos» y «San Ignacio de Loyola», de Gil Albors (Premio Valencia de Teatro). ‘Delito en la isla de las cabras», de Ugo Betti. «A puerta cerrada», de Jean Paul Sartre. «La esposa constante», de Somerset Maugham. «También las mujeres perdieron la guerra», de Curcio Malaparte. «La molinera de Arcos», de Alejandro Casona. «Una noche de primavera sin sueño», de Enrique Jardiel Poncela. «La atareada del paraíso». «Y los tres etcéteras de Don Simón», de José María Pemán. «Las palabras en la arena» y «Hoy es fiesta», de Buero Vallejo. «Los frescos», de Pedro Muñoz Seca. «Un treinta de Febrero», de Alonso Paso. «El camaleón y barracón», de Juan Alonso Gil Albors.
Asi mismo, es nombrado director durante un año del Teatro Micalet de Valencia, dedicado a obras de repertorio, donde efectuó montajes quincenales, con la compañía titular del mismo. Posteriormente es elegido por el Director del Teatro Nacional de Cámara y Ensayo de Madrid, Modesto Higueras, y el crítico, Alfredo Marquerie, para dirigir el Teatro Infanta Beatriz, sede del citado Teatro Nacional los siguientes montajes: «Como un símbolo muerto», de Pablo Vülamar, «La oportunidad», de Eduardo Fernández Fournier. «Eufemia», de Lope de Rueda, en versión de Alfredo Marquerie, para el homenaje nacional a este insigne autor. Transcurrido este periodo oficial pasó a las compañías profesionales de empresa privada.
Durante los festivales de verano realizó montajes de diversas tragedias griegas en el Teatro Romano de Sagunto. También sido uno de los pioneros en España del fenómeno designado con el nombre de «Café-Teatro» para el cuál su máxima preocupación fue la de acercar los autores importantes a este medio.
Ha dirigido también diversas obras musicales. Entre los últimos trabajos realizados están: «Deja que los perros ladren», de Sergio Bodanovich, «Somos la rueda… somos los humanos», de José Luis Velasco, «Escuela de Neuróticos», de Felicien Marceau, «El amor del gato y el perro», de Jardiel Poncela, «El contrato azul», de Pedro Bloch, «Nosotros ellas y el duende», de Carlos Llopis, «Que hacemos con los viejos», de José de Lucio, «La amante de sus señoría» de Aldo Benedetti, «El soldado que se escapó de una guerra», de Vicente Romero, «El Retablo jovial», de Alejandro Casona.
Del año 1980 al 1984 fue Director del Teatro Alfil de Madrid y en 1988 fue nombrado Director Artístico del Teatro Marquina de Madrid, cargo que sigue ostentando en la actualidad.
Es académico correspondiente del Instituto Heráldico de Estudios Histórico Genealógicos.


Últimos premios obtenidos:
Premio Liderman de Teatro 1990 a la mejor labor artística.
Osear de Oro de ¡a Comunicación 1992 a la mejor dirección escénica.
Premio Longplay de Teatro 1993.
Copa de Honor 1994 a las actividades profesionales al mejor director teatral.

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