La asociación Rotary Club Altea ha donado mil euros a la Concejalía de Bienestar Social para destinarlo a la Unidad de Prevención Comunitaria de Drogodependencia, servicio que se ofrece desde el Ayuntamiento. El Rotary Club es una organización de profesionales de todo el mundo que se unen para prestar servicios humanitarios y fomentar la aplicación de elevadas normas de ética en el trabajo y la paz. La cantidad donada por la asociación a esta unidad de prevención de drogodependencia fue recaudada el año pasado a través de un concierto que organizó el propio Rotary Club. La presidenta, Chantal Dejond, ha hecho entrega del cheque a la Concejala, Gemma Córcoles, quien ha remarcado que estos beneficios serán destinados a financiar las acciones de difusión, como la elaboración de folletos, de las actividades que desde Altea se realicen para la prevención de la drogodependencia.
El Rotary Club lleva cinco años organizando conciertos con fines benéficos en los que se da plataforma a jóvenes músicos además de conmemorarse el aniversario de la asociación, que es precisamente en febrero. “Para seguir con la tradición del Rotary y poder ayudar a alguien este año, estamos preparando otro concierto de piano que tendrá lugar en Palau Altea el 9 de febrero a las 20.30 de la tarde. El concierto lo dará un joven pianista conocido en Altea por un recital anterior muy exitoso, Eduardo Fernández, con una obra de Albéniz, solo interpretada por pianistas de categoría”, indica Franz Kohlrors, organizador del concierto. Los beneficios de este recital serán entregados al Taller de Preinserción Laboral (TAPIS). El coordinador de esta asociación, Juan Álvarez, ha señalado que los fondos se destinarán al equipamiento para sus programas y, si es posible, a la organización de un viaje.
