El manuscrito del cura Cremades detalla todo lo relativo a ese momento histórico del municipio
Luis Fuster i Orts logró relatar con todo detalle cómo los alteanos liderados por el cura Cremades fueron capaces de sumar todos sus esfuerzos y ahorros para la construcción de la nueva Iglesia Parroquial. La conferencia se celebró el pasado viernes en el Centro Social dentro del ciclo de charlas conmemorativas de la inauguración de la nueva iglesia en 1910. Fuster apoyándose en imágenes, describió todo el acontecer del deterioro y el derrumbe de la iglesia desde finales del siglo XVIII a primeros del XIX “cuando la gente ya no se preocupa”, comentó “y se opta por la construcción de la capilla en 1854 con la finalidad de construir un nuevo templo”. Fuster incidió en la importancia de la llegada del cura Cremades a Altea “fue éste un hombre importante y vital para el acontecer del municipio ya que logró reunir las voluntades de los ciudadanos de Altea para un único objetivo que era la construcción de la iglesia”, indicó Fuster. Con el manuscrito conocemos cómo fueron colaborando todos los alteanos, con lo poco o lo mucho que tenían “algunos pagaban las baldosas del piso que podían, una, dos o tres al igual que las tejas azules de la cúpula”, comentó el investigador local.
Acompañado por Diego Barber en la mesa como coordinador de estas charlas, éste destacó la labor de investigación que tanto Luis Fuster como Pedro Juan Orozco “han llevado a cabo todos estos años recopilando datos, imágenes y documentos de nuestra historia”.
